Quantcast
Channel: De Buenas a Primeras
Viewing all 211 articles
Browse latest View live

Aniversarios artísticos

$
0
0

Si hace pocas semanas contábamos aquí algunas de las efemérides literarias más importantes del año 2020, ahora llega el turno de hablar de otros creadores que también están de aniversario.

V centenario de la muerte de Rafael:

Raffaello Sanzio da Urbino es, junto a Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarroti el pintor más importante del Renacimiento. Rafael nació y murió en viernes santo, unas fiebres se lo llevaron el 6 de abril de 1520, justo el día en que cumplía 37 años. Fue enterrado en el panteón de Agripa en Roma por petición propia. Quinientos años después el mundo preparaba exposiciones conmemorativas que se vieron anuladas o alteradas por la pandemia que sufrimos en el 2020.

Pudieron rendirle homenaje en Alemania con la exposición Rafael en Berlín: las madonas de la Gemädegalerie, inaugurada en diciembre de 2019.

En febrero de 2020 fue la Capilla Sixtina la que protagonizó un hecho histórico al ser trasladados allí los 10 tapices de la vida de los apóstoles diseñados por Rafael en 1515 y que, originariamente, estaban destinados a decorar todo el perímetro de la sala, junto a los frescos de Botticelli y la impresionante bóveda con las pinturas de Miguel Ángel, aunque éste último siempre se negó a compartir espacio con el genio de Urbino. Tras la muerte de León X, al año siguiente, algunos tapices fueron empeñados y otros robados por las tropas de Carlos V y, siglos después, por Napoleón. No fue hasta el siglo XIX cuando pudieron ser recuperados, pero no volvieron a la Capilla Sixtina. En esta ocasión lo hicieron durante solo una semana, en honor a Rafael.

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/tapices-rafael-volvieron-a-capilla-sixtina-500-anos-despues_15340
La Capilla Sixtina con los tapices de Rafael.
Foto de Fernanda Chandler. Publicada en nationalgeographic.com

Otra de las grandes exposiciones que llevaba años preparándose fue la del museo Scudirie del Quirinale en Romaproyectada para marzo de 2020 y en la que se reunían más de 120 pinturas y dibujos de Rafael, así como códices y objetos antiguos que sumaban un total de 204 piezas, la mayoría prestadas por las más importantes  colecciones del mundo. Pero tuvo que cerrar sus puertas debido a la alarmante situación sanitaria. Con gran esfuerzo y con todas las medidas de seguridad necesarias, la muestra Rafaello abrió de nuevo y pudo ser disfrutada por los visitantes desde junio a agosto.

Quien también pudo rendirle su particular homenaje fue el Palacio Real de Madrid con la exposición temporal Tapices para Felipe II donde se exhibieron los 9 paños diseñados por Rafael y que muestran las vidas de San Pedro y San Pablo.

Además, la Galería Nacional de Arte de Washington D.C. consiguió abrir su exposición dedicada a Rafael del 13 de octubre al 15 de noviembre y que, en el momento de escribir estas líneas, puede verse en su web oficial.

VI aniversario de la construcción de la cúpula del duomo de Florencia.

Florenciaes una de las ciudades más hermosas del mundo y la cúpula de Santa María de Fiore es su símbolo. La catedral comenzó a  construirse en 1296 y su cúpula el 7 de agosto de 1420. En la actualidad, 600 años después, su belleza y misterio continúa asombrado a los visitantes.

Vistas de Florencia.

La catedral de Florencia terminaba en un balcón, dejando al aire libre el espacio sobre el altar mayor. Los años transcurrían y nadie parecía ser capaz de erigir una cúpula que debía arrancar a 55 metros de altura y cubrir casi 50 metros de ancho.

En 1418 las autoridades decidieron convocar un concurso para el que parecía un proyecto irrealizable. Rápidamente aquello se convirtió en un desafío de ingenio y orgullo entre los mejores arquitectos. Entonces llegó Filippo Brunelleschi, un orfebre con bastante mal carácter, que guardaba sus planos en el más estricto secreto. Cuentan que se presentó ante todos retándolos a poner en pie un huevo. Nadie lo consiguió. Brunelleschi, simplemente lo cascó un poco y lo puso sobre la mesa. Esta historia, también atribuida a Colón, puso en jaque a los presentes y le granjeó no pocas antipatías. Lo cierto es que Brunelleschi, entre disputas y discusiones que le costaron ser expulsado de las asambleas en varias ocasiones, consiguió demostrar su valía ofreciéndose a edificar dos cúpulas, una dentro de la otra, sin necesidad de complicados andamios. Ganó el concurso y en 1420 comenzó a construir la cúpula que se convertiría en un hito del Renacimiento y después quemó los planos.

Interior de la cúpula del duomo de Florencia.


Vista de la cúpula.
Sin embargo, lograr su proyecto no fue tarea fácil, tenía bajo su dirección a un gran número de artesanos, era riguroso, pero se preocupaba por la seguridad de sus trabajadores y les daba instrucciones muy precisas. Lo que peor llevaba era trabajar con su eterno rival, Lorenzo Ghiberti, con quien se había disputado (y perdido) el proyecto de la puertas de bronce del Baptisterio de Florencia (las puertas del Paraíso). Las intrigas, los secretos, las conspiraciones estaban servidas y con ellas el misterio que convirtió su construcción en leyenda.

Durante muchos años los florentinos la utilizarían en su lenguaje popular para referirse a la fecha de cumplimiento de algo como “antes de que el Cupolone esté terminado”.

Año Van Eyck:

Flandes está de enhorabuena desde que decidió homenajear a los tres maestros más importantes del arte flamenco dedicando un año a cada uno desde 2018 al 2020: Rubens, Bruegel el Viejo y Van Eyck. El 2020 iba a ser el gran Año Van Eyck, pero debido a los acontecimientos que han obligado a cancelar multitud de eventos ha tenido que ser prorrogado hasta 2021.

Catedral de
Saint-Bavon (Gante)
Gante y Brujas preparaban numerosas exposiciones y actos festivos, que se han visto modificados. Pero, por fin, ha regresado el panel central inferior, conocido como el Cordero Místico, a la catedral de San Bavon (Gante) después de años de restauración.

El políptico de la Adoración del Cordero Místico (1432) se considera la última obra de la Edad Media y la primera del Renacimiento. Consta de 12 paneles de madera con 20 escenas. Su creación y todo lo que le rodea le ha dado un halo de misterio que se acrecienta al saberlo la obra más robada de la historia, en trece ocasiones. Ha pasado por muchas manos, ha sido despedazado y falsificado varias veces. Dos de los personajes más famosos que ambicionaban poseer la tabla del Cordero Místico fueron Napoleón que se lo llevó al Museo del Louvre y Hitler que lo creía un mapa lleno de acertijos para encontrar los Arma Christi o instrumentos de la Pasión de Cristo.

Cartel de la restauración de la Adoración del Cordero Místico.

250 aniversario del nacimiento de Beethoven:

Otras ciudades que llevaban años preparando festejos para el 2020 eran Viena  y Bonn que deseaban conmemorar el 250 aniversario del nacimiento de Beethoven. El compositor nació en Bonn (1770) pero residió en Viena buena parte de su vida.

Bonn había planeado un circuito Beethovenarrancando de su casa natal y paseando por los lugares más emblemáticos.  Lo mismo había ideado Viena, una visita guiada por las casas en las que había residido desde que se instalara en la capital de la música con 22 años. El año Beethoven había arrancado el 16 de diciembre de 2019 y debía continuar todo el 2020 con más de 800 eventos entre conciertos, exposiciones, teatro y congresos. Pero la pandemia obligó a cerrar los auditorios y suspender centenares de actividades. Algunos homenajes han podido celebrarse, pero otros han tenido que trasladarse a las redes y convertirse en eventos digitales.

Centenario del nacimiento de Federico Fellini:

Y no queremos cerrar este capítulo sin mencionar a otro de los homenajeados en este fatídico 2020. Este era también el año Fellini e Italia iba a volcarse con el llamado Fellini100 antes de que la pandemia se cebara con el país.

El genio italiano cambió la forma de hacer cine, dejó varias películas emblemáticas del séptimo arte, ganó cinco Oscar e incorporó su nombre al diccionario de la lengua italiana donde se reconoce la palabra felliniano.

Con La Strada (1954) consiguió su primer Oscar con tan solo 34 años, pero su obra más recordada es La dolce vita (1960) que marcó una era y retrató a Roma como nunca antes nadie lo había hecho. Aquella película nos regaló la icónica imagen de Annita Ekberg bañándose en la Fontana di Trevi ante la mirada de Marcello Mastroianni, una de las escenas más famosas de la historia del cine.

 

Fotograma de La dolce vita.
Wikipedia.

Lee también los Aniversarios literarios


Fechas

$
0
0

En nuestra cultura las fechas son muy importantes. Nuestra propia vida se rige por fechas y vamos articulando nuestros recuerdos, nuestro presente y nuestro futuro entorno a ellas… y vivimos también esperando fechas… Esperar, esperar que lleguen con impaciencia, con ilusión o con temor, dependiendo del asunto del que se trate y de nuestro carácter.

Todos tenemos fechas importantes que hay que recordar: nuestro cumpleaños y el de los seres queridos, el año en que nos graduamos, el aniversario de boda de nuestros padres y el nuestro propio… Esperamos impacientes todo el año que llegue el verano para irnos de vacaciones, deseamos que sea Navidad para poder volver a casa de nuestros familiares cargados de regalos, sujetamos emocionados la entrada del concierto de nuestro cantante favorito con la fecha y la hora, compramos las butacas para el estreno de esa película que tanto nos apetece ver, intentamos tener todo el temario estudiado para la fecha del examen y tememos que llegue el día de la prueba médica pendiente y su resultado…

Al 2021 lo han bautizado, en algunos medios de comunicación,  como el año de la esperanza,  después de un 2020 fatídico que rompió con nuestras costumbres y modo de vida.

Una de esas fechas que tanto esperamos y que tanto preparamos es la de fin de año. En realidad estamos celebrando que nuestro planeta, con nosotros dentro, ha dado una vuelta más al Sol. Pero tenemos ese concepto de que algo se acaba y algo nuevo empieza, así que hay que festejar la llegada del nuevo año de forma especial, hacer algunos rituales para atraer la buena suerte y enviarle nuestros mejores deseos a todos los que queremos. Nos hacemos propósitos de año nuevo que, normalmente, nunca cumplimos: cuidaré mi alimentación, dedicaré más tiempo a mi familia, iré al gimnasio, ahorraré más para poder planificar mi viaje soñado…

La realidad es que siempre celebramos  la llegada de cada nuevo año, y de igual forma recibimos al 2020, creyendo que sería uno más. Pero se nos venía encima una de las peores sorpresas que nos podían dar, algo que puso nuestro mundo, nuestra forma de vida, patas arriba.

Mucha gente no quiso creerlo, después no quiso darle la gravedad que tenía y más tarde decidió que nada alteraría su día a día en la medida en que fuera posible. Hay personas que se defienden de una realidad adversa fingiendo que no ocurre nada y personas que deciden huir hacia delante viviendo el presente sin pensar en el futuro. No conciben que sea necesario cambiar la forma de vivir, de relacionarnos entre nosotros y con la propia naturaleza.

Las pandemias son hechos recurrentes a lo largo de la historia, aparecen cada cierto tiempo y no tienen nada que ver con el año. En realidad, no es que el 2020 haya sido fatídico y nos trajera esta terrible sorpresa bajo el brazo. En el calendario gregoriano que sigue el mundo occidental era 2020, en otros calendarios era otra fecha. Este y otros motivos de corte científico desmantelaban la idea, con gran componente supersticioso o mágico, que embargaba a muchas personas de que lo malo acabaría con el último minuto del 2020 y que el 1 de enero de 2021 todo se arreglaría.

Los pensamientos mágicos no suelen cumplirse y las pandemias no desaparecen de repente siguiendo un calendario humano.


https://www.pexels.com/
Foto: pexels.com

Décimo aniversario de buenas a primeras.

$
0
0

Hace 10 años, el viernes 11 de febrero de 2011, publiqué mi primera entrada en el blog.

No he celebrado ninguno de mis aniversarios blogueros, pero ya que en este espacio hemos festejado bastantes efemérides y nos gustan especialmente las de número redondo,  pues ya le tocaba el turno a De buenas a primeras.

Maria Lourdes SdeS pinterest love it.
Dibujo de María Lourdes SdeS
De love it en Pinterest.

Mi actividad bloguera no comenzó ese 11 de febrero. Llevaba dándole vueltas al tema durante bastante tiempo. Me ilusionaba la idea de ver mis escritos publicados, de tener mi rinconcito en el ciberespacio y que otras personas pudieran llegar a él. Sabía que sería un blog modesto, que no tendría un gran número de seguidores, ni muchos comentarios, que no percibiría ninguna remuneración económica, pero también que sería bonito, que podría expresarme y contar cosas. Pero… ¿qué cosas iba a contar? Tenía que buscar un título que me gustara y que fuera identificativo de la temática del blog… pero aún no tenía clara esa temática. Me apetecía hablar de tantas cosas que… ¿por cuál decidirme? Es más… ¿por qué decidirme por una? Hablaría de cualquier cosa que me resultara interesante o novedosa. Y tras tantear varios títulos elegí De buenas a primeras porque eso haría: cambiar de tema de buenas a primeras.

Portada del blog. Plantilla propiedad de Blogger.


En aquella época había millones de blogs, el mío sería uno más perdido en la inmensidad de un mar de ideas, pero tenía que ir alojado en alguna página.  Y encontré a Blogger, que me ofrecía los servicios de forma gratuita, era fácil de utilizar y tenía plantillas sencillas pero preciosas. Le estoy muy agradecida por haberme permitido estar ahí estos 10 años y por mantener su sitio abierto aunque cada vez haya menos blogueros.

Deseaba contar anécdotas, hacer reflexiones, explicar cosas que me resultaban interesantes, hablar de libros, películas, relatar la historia de las cosas, de nombres, de expresiones… y luego fui contando viajese incorporé la Historia y el Arte (así en mayúsculas) en mis artículos y llegaron las entradas dedicadas a aniversarios de personas o acontecimientos. El apartado de etiquetas se iba haciendo más largo y mis entradas también. Hay temas que son de opinión, pero cuando hablo de un hecho histórico trato de ser lo más objetiva posible.


https://www.pexels.com/es-es/foto/blanco-boli-boligrafo-cuaderno-1119789/
Imagen de www.pexels.com/es

Mi primer artículo lo dediqué aBridget Jones, por contar algo que me hacía reír. Era breve y aún no me atrevía a poner fotografías. Aquel primer año hablamos Sobre dichos y lugares, y escribí una de mis entradas favoritas:Una flor, una leyenda, muchos prejuicios. Al año siguiente escribí Nombres inspiradores, comencé una serie de Hechos realesdonde cuento cosas que me han ocurrido y que han ido salpicando el blog a lo largo del tiempo y bajo el epígrafe Reflexioneshe compartido mis pensamientos con vosotros.

Pero me he dado cuenta de que mi blog ha ido tomando un rumbo más histórico y serio. Cada vez he ido documentándome más sobre esos temas, dedicando mucho tiempo a investigar y tratando de resumirlo en una o varias entradas para trasladarlo al blog. Pero ya sabéis que lo de ser breve no va mucho conmigo.

Hasta el momento han sido 190 entradas, donde las tres etiquetas que más se repiten son: opinión, historia y curiosidades. De mis artículos se deduce que me gusta Jane Austen, Dickens, Leonardo, Italia, España, las anécdotas sobre personajes históricos, el Museo del Prado, pero también cosas más triviales. Quedaclaroqueun aniversario se convierte en una excusa para hablar de Historia, que me molesta mucho no encontrar las obras de arte en el sitio donde deberían (aunque comprenda que hay que restaurarlas) y que nunca me imaginé que viviría una pandemia tan peligrosa que me haría escribir sobre ella. La serie de artículos sobre Historia de las pandemias y los especiales sobre la Peste y la mal llamada Gripe española(este último compartido en sus redes por un médico y una clínica privada latinoamericana), me han creado sentimientos encontrados, por un lado investigar un tema al que temía y por otro visibilizar una parte de la Historia muy pocas veces tratada con la importancia que ha tenido en el devenir de los acontecimientos que han configurado nuestro mundo.

Sobre aquellos temas que más me he documentado mi preferido es, sin duda, 1816, el año sin verano, que acabó formando parte de la bibliografía de un blog profesional dedicado a la Historia.


Y a la vez que me volvía más “académica” y seria con algunos temas, también me he atrevido a compartir algunos cuentos propios con vosotros.

Escribir un blog durante diez años ininterrumpidamente es algo difícil y que requiere mucha constancia. He tenido malos momentos en los que ni me apetecía escribir, ni sabía sobre qué hacerlo, pero me he esforzado por seguir adelante con este proyecto y ahí es cuando más me han animado las palabras de aliento y entusiasmo.

Quiero aprovechar este cumpleblog para daros las gracias a los que os pasáis por aquí, a los que estáis desde el principio, a los que llegasteis para quedaros, a los que venís de vez en cuando y a los que estuvieron durante una época. Siempre me alegra ver que alguien se ha tomado el tiempo necesario para leer una de mis largas entradas y además me ha dejado un comentario. Gracias a todos y, particularmente, a mi primera lectora, correctora y crítica, mi hermana Eva.

Un febrero marciano.

$
0
0

Este mes de febrero ha marcado un hito en la carrera espacial. Si a mediados del siglo XX Estados Unidos y la Unión Soviética se disputaban el liderazgo del espacio culminado con la proeza de pisar la Luna, en 2021 varias naciones rivalizan por poner sus naves en Marte.

Me incluyo entre las personas que se sorprendieron cuando en el verano de 2020, las noticias sobre la pandemia, que parecía dar una pequeña tregua a occidente, se vieron interrumpidas por el lanzamiento de tres naves con rumbo a Marte. Mientras la medicina pugnaba por encontrar una vacuna, otros concentraban sus esfuerzos en dar un salto más hacia el espacio.

Esta clase de proyectos requieren años de estudio, de cálculos, de trabajo y preparación, ingentes cantidades de dinero y muchas esperanzas e ilusión. Una vez invertido tanto esfuerzo y medios, es comprensible que no se detengan en su empeño.

Y es que en el verano de 2020 se dieron unas circunstancias especiales: se abrió una ventana que hacía que la Tierra y Marte estuvieran más cerca y permitía ahorrar tiempo de viaje y combustible (aunque esa ventana se abre cada dos años aproximadamente). Así que varios países tenían programada las fechas de sus viajes con bastante antelación.


https://www.20minutos.es/noticia/4337682/0/todo-sobre-el-cohete-perseverance-que-despegara-hacia-marte-este-jueves-hora-mision-y-objetivos/?autoref=true
Lanzamiento del cohete que llevaba a Perseverance
desde Cabo Cañaveral (Florida) en julio del 2020.
Foto de la NASA publicada en www.20minutos.es

Ya se han culminado con éxito varias misiones al planeta rojo, aquel del que provienen todos los marcianos literarios que pueblan nuestra imaginación, pero este febrero de 2021 será recordado como el mes en que llegaron tres misiones muy especiales.

El 9 de febrero llegó Hope enviada por los Emiratos Árabes Unidos. Esta nave consiguió ingresar con éxito en la órbita del planeta rojo para estudiar la atmosfera marciana.

Pero Hope tuvo compañía a las pocas horas, ya que el 10 de febrero la Tianwen-1 de China también conseguía entrar en la órbita marciana con parecido propósito, aunque orbitará el planeta solo unos meses ya que está programado que aterrice sobre la superficie en mayo.

El jueves 18 de febrero de 2021, tras siete meses de viaje,  Perseverance, un rover enmarcado en la misión Mars 2020, amartizó con éxito ante el aplauso general de los técnicos de la NASA que, con mascarillas y sin poder abrazarse, lo celebraron chocando los puños. Tras superar los llamados “siete minutos de terror” en los que, debido al retardo de las comunicaciones, la sonda tenía que operar de forma autónoma con las instrucciones pregrabadas, se consiguió esta hazaña en la historia de las misiones espaciales que fue retransmitida en directo por diferentes medios. Desde España se siguió por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) que colabora en la misión. Esa noche Robledo de Chavela (Madrid), volvía a mantener las comunicaciones entre el espacio exterior y la NASA, como ya hizo hace 52 años cuando el hombre llegó a la Luna y ahora está haciendo con Marte.

Cuadrículas en las que se
dividió el cráter Jezero.
Imagen: El Tiempo, Antena 3.
Tal y como estaba previsto, Perseverance aterrizó en un antiguo lago, que hoy es el cráter Jezero. Sobre esa zona los científicos habían dibujado una cuadrícula imaginaria con sus correspondientes nombres, donde se incluían los españoles Timanfaya, Teide, Moncayo y Monfragüe. Finalmente amartizó sobre Canón de Chelly,  justo entre Timanfaya y Teide. Los nombres no han sido elegidos al azar, son aquellos lugares que pueden recordar al paisaje marciano.

Las teorías apuntan a que hace 3.500 millones de años, casi a la vez que estaba surgiendo la vida en la Tierra, en Marte había agua y posiblemente también vida. Este cráter parece el lugar perfecto para confirmar nuestras sospechas y encontrar restos microbianos del pasado.

Autor Hargitai. https://es.wikipedia.org/wiki/Perseverance_(rover)
Mapa del cráter Jezero. Marte.
Autor Hargitai. Publicado en Wikipedia.

La aportación española en esta misión es la Supercam y la estación meteorológica MEDA, que convierte a nuestro país en la primera nación que tiene tres estaciones meteorológicas funcionando al mismo tiempo en Marte. La NASA está interesada en estudiar la atmósfera y la geología del planeta rojo para comprobar las posibilidades de generar agua y oxígeno pensando en futuras expediciones tripuladas.

Foto Europa Press. https://www.eltiempo.com
Dibujo del rover Perseverance.
 Foto Europa Press. Publicada en https://www.eltiempo.com

Perseverance permanecerá allí un año marciano, o lo que es lo mismo, 657 días terrestres y recogerá muestras. Este rover lleva también un ayudante, un pequeño helicóptero llamado Ingenuity que será el primero que vuele sobre otro planeta. La campaña Mars Sample Return, futura misión de la NASA y la ESA (Agencia Espacial Europea) y cuyas naves aún no están construidas, serán las encargadas de traer las muestras a la Tierra para su estudio entre los años 2026 y 2031 si todo marcha según lo previsto.

Perseverance ya ha enviado un vídeo de su propio descenso en paracaídas, imágenes de alta definición del paisaje y el sonido de la brisa marciana.

De NASA/JPL-Caltech - https://mars.nasa.gov/resources/25612/perseverances-first-full-color-look-at-mars/
Primera foto enviada por Perseverance.
Foto de NASA/JPL-Caltech. Dominio público. Publicado en Wikipedia.

Los científicos del proyecto Mars 2020 esperan hacer grandes descubrimientos sobre el espacio, pero los hombres de negocios piensan en la explotación minera o la colonización de Marte.

Al mismo tiempo, en la Tierra, los investigadores afirman haber conseguido un hito médico como no se ha visto en los últimos 100 años con la fabricación de una (en realidad, muchas) vacunas contra el virus que nos azota.

Fue emocionante poder ver en directo el aterrizaje de Perseverance en suelo marciano y esperamos asistir a los futuros logros que nos deparará. Sin embargo, para muchos este acontecimiento queda ensombrecido por lo que ocurre en nuestro mundo. Estas personas ven con desesperación o cansancio como se alarga este tiempo extraño que se asemeja más a la ciencia ficción que a la realidad.

Me identifico con quienes se ponen en manos de la ciencia esperando un medicamento o la ansiada vacuna que nos libre del virus y comprendo a quienes se ponen en manos de la fe procesionando imágenes que, según cuentan las crónicas antiguas, ya nos salvaron de anteriores epidemias. Cada uno se aferra a sus creencias, unos a la ciencia y otros a la religión… y muchos a las dos cosas a la vez, porque este siglo XXI sigue marcado por los contrastes.


Gala de los Goya 2021. Emoción y esperanza.

$
0
0

El sábado 6 de marzo de 2021 tuvo lugar la 35 edición de la gala de los premios Goya en el teatro del Soho Caixabank de Málaga y estuvo presentada por Antonio Banderas y María Casado. Fue una gala muy especial y muy diferente por las circunstancias que estamos viviendo.

Desde hace muchos años tengo dos citas televisivas ineludibles: los Goya y Eurovisión. Dos acontecimientos muy diferentes y con prestigio y audiencias dispares. El año pasado los Goya se celebraron normalmente (enero de 2020) antes de que la alarma sanitaria saltara en España, mientras que Eurovisión (mayo de 2020) no pudo hacerse más que de modo testimonial desde los Países Bajos, el estado anfitrión, que tuvo que cambiar de escenario ya que había convertido el estadio destinado al certamen en hospital improvisado. Cada cantante permaneció en su país y las imágenes que acompañaban la emisión eran de las más grandes y emblemáticas ciudades completamente desiertas.

En esta ocasión, la difícil tarea de conducir los Goya celebrados en pandemia fue encomendada a Antonio Banderas, quizá para que sus tablas, su locuacidad y su sencillez dieran empaque y sobriedad a una ceremonia que tenía que alejarse de los chistes y bromas de años anteriores.

Antonio Banderas y María Casado hablaban días antes de lo delicado de este trabajo, del temor a que no se comprendiera una gala tan diferente, del despliegue técnico que representaba la conexión en directo simultánea con cientos de nominados en sus respectivas casas y del miedo a que algo saliera mal en el programa, que cada año, se convierte en lo más visto de la televisión española. Todo el equipo estaba dispuesto a cumplir cada una de las directrices sanitarias, someterse a los test PCR imprescindibles y grupos burbuja necesarios.

Autor Alejandro Martín Parra. Publicado en Flickr
Goya.
Imagen de
Alejandro Martín.
Publica: Flickr
Todo buen trabajo tiene que ser premiado y este año ha de serlo unos Goya que, pese a tenerlo todo en contra, se convirtieron en una gala hermosa, poética, emotiva, sensible y curiosa. Tenía una apariencia sencilla, pero escondía una gran complejidad técnica detrás. Todo salió prácticamente perfecto. Solo faltaron los aplausos y los abrazos… y las decenas de  estatuillas cabezonas de los otros años.

Los datos de audiencia no fueron todo lo buenos que se esperaban, pero al día siguiente la prensa elogió la gala y, por ello, resultó injusto que tan bonito espectáculo se viera eclipsado por los inaceptables comentarios machistas sobre las actrices. Venían de un par de periodistas o técnicos que creían tener el micrófono cerrado pero cuyo sonido captó la retransmisión de la alfombra roja por redes sociales.

Teatro del Soho. Málaga.
La calle Córdoba, donde se encuentra el teatro, estaba acordonada para que los fans se abstuvieran de ir, pero esto no detuvo a cientos de curiosos que desde las bocacalles intentaban ver a los famosos. Tan solo desfilaron por la alfombra roja los actores y actrices encargados de entregar los galardones, mientras en grandes pantallas, podíamos ver a los nominados engalanados en sus casas, posando también, como si estuvieran allí. Un cordón separaba a la prensa de los artistas que no dudaron en quitarse la mascarilla para sonreír a las cámaras.

En la platea del teatro no había un solo espectador. En el escenario sobrio, pero telemático, apareció Antonio Banderas con un discurso sosegado, reflexivo y acertado que se volvía para dar la bienvenida a todos los nominados que, desde sus casas, saludaban en un mosaico de caras risueñas que se dibujaban en las pantallas. Y después, todos juntos, actores, técnicos y televidentes guardamos un minuto de silencio.

Imagen de youtube. Video compartido por TVE
Antonio Banderas saludando a todos los nominados que seguían
 esta gala telemáticamente desde sus respectivos domicilios.
 Imagen de youtube. Video compartido por TVE.

“Dicen que para vivir la vida hay que mirar hacia delante, pero que para entenderla hay que mirar hacia atrás” reflexionaba Antonio instantes después para contarnos que, precisamente en aquel mismo lugar, se había levantado en 1907 el primer cine que hubo en Málaga, el cine Pascualini.

En esta ceremonia solo había 40 personas y los artistas se mantuvieron en camerinos separados. Entre ellos se contaban los más internacionales del cine español actual que salieron a entregar los primeros premios: Pedro Almodóvar, Penélope Cruz, Alejandro Amenábar, Paz Vega y Juan Antonio Bayona. En el suelo aparecieron sendas estrellas para que pudieran posicionarse guardando las distancias.

Y la gala fue transcurriendo entre premios, agradecimientos más cortos que de costumbre y con pocas palabras reivindicativas de los ganadores vestidos de gala en su sofá acompañados de familia o amigos.

Las diferentes categorías estaban muy ampliamente representadas, pero se dio el insólito caso de que la pandemia solo había permitido terminar y estrenar una película de animación y para ella fue el Goya de su categoría.

Aprovechando sus numerosas amistades, Antonio había logrado  que lo más granado de Hollywood nos enviara palabras de ánimo y afecto. Más de 30 artistas, unos en inglés y otros en castellano (con buena disposición y mal acento) nos mostraban su apoyo. Y así, en diferentes bloques, oíamos los saludos de Robert De Niro, Al Pacino, Nicole Kidman, Charlize Theron, Emma Thompson o Tom Cruise. Los latinos, como Salma Hayeck, fueron mucho más elocuentes y cariñosos. 

No sé cómo les harán llegar los Goya a los galardonados, pero solo uno de ellos pudo recogerlo en el escenario: Ángela Molina que recibió el Goya de honor y lo agradeció con un emotivo discurso.

Una enfermera fue la encargada de anunciar el Goya a la mejor película que se llevó el film Las niñas.

La música la puso la Orquesta Sinfónica de Málaga. Nathy Peluso interpretó La violetera. Vanesa Martín se encargó con Una nube blanca de acompañar el “In memoriam” de casi 8 minutos, que terminó con unas sentidas palabras de la cantante recordando a todas las víctimas de la pandemia en el mundo con el mapa de España lleno de nombres propios y una imagen que se alejaba cada vez más para captar toda Europa y después el resto del planeta. Diana Navarro apareció deslumbrante junto a Carlos Latre caracterizado como Pepe Isbert que decía “deber una explicación” a Luis García Berlanga emulando el famoso monólogo de Bienvenido, Mr. Marshall, mientras que Diana cantaba Coplilla de las divisaso, como todos la conocemos, Americanos, os recibimos con alegría para homenajear al director en el centenario de su nacimiento.

Imagen del canal de youtube de Javier Saborido Teira. Vídeo compartido por TVE.
Diana Navarro y Carlos Latre como Pepe Isbert homenajeando
a Berlanga. Al fondo un fotograma de "Bienvenido, Mr. Marshall".
Imagen del canal de youtube de Javier Saborido Teira. Vídeo compartido por TVE.

Y ya en el tramo final de la gala, en uno de esos saludos internacionales, la mismísima Barbra Streisand daba paso a un fragmento de una de sus interpretaciones de Happy days are here again a la que tomó el relevo en el escenario Aitana mientras en la pantalla aparecía la traducción de la parte más esperanzadora: tiempos felices, noches felices, días felices, están aquí otra vez.

Antonio y María se despidieron con la maravillosa Moon River sonando de fondo, mientras decían que no querían quedarse en la historia como la gala de la covid, sino la de la recuperación. Y con unas poéticas palabras de alegría y deseos de abrazos se marcharon por un mítico camino de baldosas amarillas.

“Aquí, quizá porque somos unos insensatos, sí creemos en las balas de plata, en los caminos de baldosas amarillas y en los ríos de la Luna”.

Imagen de May Meez en Pinterest.
Uno de los caminos de baldosas amarillas que existen en el mundo.
Imagen de May Meez en Pinterest.

Sabré esperar.

$
0
0

No tengo televisión, aunque sé que salgo por ella algunas veces. No soy de esas famosas que aparecen todos los días en los medios, pero varias veces al año aparecen los cámaras y me sacan un reportaje para alguna cadena. También viene mucha gente a verme, a veces desde muy lejos, y siempre me están pidiendo un selfie… o muchos. Pero a mí, que ya soy muy vieja, lo que más me gusta es ver a los míos. Encontrarme con ellos en cualquier lugar. Me dan la vida.

Aquel domingo me pilló a traición. No creáis que soy tonta, ya me olía que algo raro estaba pasando. Pero no esperaba que un día, de repente, me dejaran sola. Esa es una de mis mayores pesadillas, quedarme sola y abandonada.

Como no tengo una de esas pantallas que retransmiten las noticias, ni tengo radio, ni internet, ni leo la prensa, no sabía qué estaba pasando. Pero las calles vacías, los bares cerrados, las carreteras sin coches y el silencio me dieron muy mala espina… Es cierto que lucía un sol radiante preludio de primavera, pero lo que encendía mis alarmas era el silencio, un silencio tan extraño que dolía.

Mi angustia se vio aliviada cuando escuché a María abrir la puerta del portal dispuesta a plantarse en un par de minutos en su obrador… ¿Se le habían pegado las sábanas por primera vez? La buena mujer llevaba 30 años saliendo antes del amanecer y todos los días, a aquellas horas, ya olía a pan recién horneado y hojaldres. Asomó la cabeza y miro recelosa a todos lados… como si un peligro acechara en la acera. Tardó aún unos minutos en decidirse y salió corriendo para encerrarse en la panadería a cal y canto. Creo que el silencio y la soledad también la abrumaron. Pero yo me alegré de verla y esperé que fuera la primera señal de normalidad. En pocos minutos llegó la segunda, porque Francisco abrió su quiosco de prensa, aunque, extrañamente, la camioneta de Arturo no había llegado ya con la edición dominical de los periódicos y sus fascículos coleccionables. La carretera seguía vacía, mientras los semáforos, ciegos ante aquel extraño suceso continuaban cambiando de color tan tranquilamente… ¡maquinas programadas!

Ahora le tocaba el turno a Pepe. Siempre abría su cafetería a las siete en punto. Pero aquello no sucedió. Ni Pepe abrió, ni nadie se acercó a por los churros del domingo. No había nadie más. Ni siquiera doña Rosa había bajado a pasear a su perro, ni don Agustín se había sentado en el banco de la plaza a leer el periódico, ni Laura se había calzado sus zapatillas de deporte para correr antes de ir al trabajo. Solo pasó un autobús vacío a toda prisa, sin detenerse en la solitaria parada…

Miré los balcones, las ventanas. Todos estaban en casa, escondidos y en silencio.

¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ¡Decidme qué pasa! ¡Qué me estáis asustando! Silencio. Silencio aterrador. Silencio de otros tiempos que me trajeron fantasmas barridos por el viento del pasado. Silencio que precedía a los sonidos de explosiones, gritos y cascotes… De repente ruido. ¿Aviones? No, no llegaban aviones… pero apareció un vehículo del ejército y varios del ayuntamiento. De los últimos se bajaron un grupo de personas enfundadas en trajes blancos protectores y con unos extraños artilugios comenzaron a lanzar un humo blanco sobre los bancos, las aceras, las carreteras… ¿Estaban desinfectando la calle? El vehículo militar los dejó enfrascados en su tarea, mientras ellos avanzaban con su megafonía repitiendo instrucciones de protección… La gente se asomó a los cristales y alguno salió al balcón y los grabó con su móvil.

¡Oh! Sí que era una guerra, pero de esas silenciosas que dejan edificios intactos y vidas destruidas… Sí, esas tampoco las he olvidado. Pero ahora era diferente. Antes la gente seguía a lo suyo hasta que comenzaban a desvanecerse en mitad de la calle. Entonces llegaban los lloros y todo el que podía permitírselo huía o se encerraba en casa. Las carretas recogían a los muertos, los barcos guardaban cuarentena en el puerto y una procesión recorría las calles con oraciones.

Aquel domingo todos parecían haberse puesto de acuerdo y, anteriormente, yo apenas había notado nada extraño más allá de lo repleto que había estado el supermercado el día anterior, pero ¿no lo estaba siempre los sábados por la tarde?

No estuve sola aquellos meses. El supermercado volvió a abrir el lunes por la mañana y era uno de los pocos negocios que, junto a la panadería de María y el quiosco de prensa de Francisco, permanecían abiertos. La gente comenzó a salir tímidamente una vez al día. Escuché pasar muchas ambulancias, eso era aún peor que el silencio. Pero me gustaba oír los aplausos de las ocho de la tarde.

Al cabo de un tiempo la gente volvió a salir a la calle y lo abarrotaron todo. La mayoría llevaba mascarilla, pero otros no. Los bares y las tiendas abrieron y se llenaron. Las playas estaban repletas de gente aún antes de que llegara el verano. Vinieron turistas y la calle se llenó de vida. Y aunque no se celebraron fiestas oficiales, muchos las celebraban por su cuenta. Yo creía que todo había acabado.

A pesar de ello, estaba triste. Me faltaban muchas personas y eso siempre me ha dejado la sensación de perder una parte de mí.

Ahora hace un año de aquello y sé que no ha acabado, porque cada cierto tiempo, veo toques de queda que cambian de hora, bares y tiendas que cierran unos días, para abrir luego y volver a llenarse de gente. Y, luego cierran de nuevo y otra vez la misma historia.

¡Ay! Nadie aprende de sus errores, y menos aún cuando aquellos errores pertenecen a otras generaciones que ya no están, pero que, de estarlo, no serían escuchados. Dicen que nadie escarmienta en cabeza ajena. Pero mi gente de hoy, ya ha tropezado tres veces con la misma piedra. Apenas una tregua y de nuevo el rugir de las ambulancias recorriendo las carreteras día y noche.

No tengáis prisa en llenar las calles o en hacer fiestas. Ya haremos muchas cuando todo se solucione, creedme. ¿Acaso no hemos paseado juntos todas las tardes, nos hemos bañado en ese mar, hemos disfrutado de almuerzos familiares a la sombra del toldo, de multitud celebraciones entre amigos? ¿Acaso no hemos abarrotado el campo de fútbol para gritar los goles y no hemos llenado el auditorio para cantar junto al artista de moda? ¿Acaso no nos hemos emocionado al ver pasar por la tribuna una procesión o hemos acudido al puerto a ver los fuegos artificiales de inauguración de la feria sin sombra de duda de que aquello siempre había sido así y seguiría siéndolo? Sé que nunca os hubieseis imaginado lo que ahora está pasando, pero yo, que ya lo viví muchas veces, os puedo asegurar que esto pasará y todo volverá a ser como antes. Pero para ello tenéis que protegeros. Tomaos el tiempo que necesitéis porque yo estaré aquí con los brazos abiertos, sabiendo que el reencuentro definitivo será nuestra mayor alegría. Vuestra ciudad siempre os echa de menos y sabe esperar.

© MJ 



Aniversario de la fundación de Venecia.

$
0
0

El pasado día 25 de marzo de 2021 a las 12 de la mañana se cumplieron 1600 años de la fundación de Venecia y la ciudad lo celebró discretamente debido a la pandemia. Los festejos se alargarán todo un año para que se puedan realizar diferentes actos conmemorativos. Como dijo su alcalde, la Serenissima sigue viva.

Vistas del Gran Canal.


En Europa no estamos acostumbrados a conocer el día exacto, hasta con hora incluida, de la fundación de nuestras ciudades. Pero la tradición veneciana recoge su nacimiento el día 25 de marzo del año 421 d.C. basándose en un manuscrito posterior, el Chronicon Altinate, donde se narra cómo se estableció un puerto comercial y se colocó la primera piedra de la iglesia de San Giacomo de Rialto, que se convirtió en la única construcción superviviente durante el gran incendio que asoló la zona en 1514 según recogen los Diarii que vuelven a citar a las crónicas anteriores.

Islas que forman Venecia.
Los historiadores respetan esa tradición pero aclaran que está más cerca de la leyenda que de la realidad. La creación de Venecia fue un proceso gradual fruto de asentamientos temporales de personas que huían de las invasiones bárbaras durante el Imperio Romano. Los bárbaros no podían adentrase en la laguna con los caballos, por lo que se convertía en un refugio seguro pero en un entorno muy difícil. Sin embargo, no tuvieron más remedio que establecerse en las islas cuando los hunos los obligaron a desplazarse hasta allí en el siglo V.

En el año 466 se estableció un sistema de autogobierno. Con el paso del tiempo Venecia se convirtió en la fortaleza militar del Imperio Bizantino, pero fue logrando autonomía con el preciado monopolio de la sal y acabó consiguiendo la independencia. El comercio y su industria naval la convirtieron en una de las potencias más importantes del Mediterráneo, hasta el punto de escenificarse ese dominio en una ceremonia casi sagrada. El día de la Ascensión de cada año desde 1177 tenía lugar los Esponsales del mar que finalizaban con la llegada del Doge en la cubierta revestida de oro del Bucintoro (una enorme galera que era el tesoro nacional) al puerto de San Nicolo donde arrojaba un anillo de oro como símbolo del enlace de Venecia con el mar. Estos festejos iban acompañados de indulgencias para todos los que visitaran la Basílica de San Marcos en los días siguientes, con lo que la ciudad se convertía en un centro de congregación de peregrinos que después continuaban su viaje hacia Tierra Santa.

Como vemos, Venecia está jalonada de símbolos y fechas clave y una de ellas es el año 1204, cuando, en el saqueo de Constantinopla durante la Cuarta Cruzada, las fuerzas venecianas se llevaron los caballos de bronce que se encuentran desde 1254 en la basílica de San Marcos.

Reproducción de los caballos en la terraza de la basílica de San Marcos.
Los auténticos se encuentran en el museo interior del templo para preservarlos.

Pero no todo iban a ser días de gloria y la ciudad de los canales también vivió momentos aciagos. Venecia sabe mucho de epidemias y la peor que vivió fue la peste de 1348 que se cobró la vida de las tres cuartas partes de la población. Fueron los venecianos los primeros en utilizar la palabra cuarentena (en referencia a los cuarenta días que Jesús pasó en el desierto) y en hacer el primer confinamiento de una ciudad que tenemos documentado (su colonia en Dubrovnik durante el brote de peste de 1377). Ya desde época romana, una de las islas de Venecia fue utilizada como Lazzaretto, y los contagios crecieron hasta el punto de que hubo que distinguir entre Lazzareto Vecchio y Lazzareto Nuovo. Por todos los conocimientos acumulados durante las epidemias que sufrió se convirtió en 1480 en el primer lugar occidental en instaurar un registro de epidemias conocidas y fundar una institución de sanidad.

En el siglo XVI empezó el declive de esta gran potencia, cuando el Imperio Otomano la cercó, arrebatándole sus enclaves más estratégicos.

Los historiadores no pueden fijar la fecha exacta de la fundación de Venecia, pero sí conocen la fecha del fin de la poderosa República: el 12 de mayo del año 1797.

Napoleón eligió el día de san Marcos, patrón de la ciudad, el 25 de abril, para su ofensiva. El pueblo intentó detenerlo al grito de “¡Viva san Marcos!” mientras hondeaban las banderas del león, pero todo fue inútil. El 12 de mayo Venecia se rindió sin poder evitar el saqueo y la humillación a la que fue sometida: las tropas napoleónicas asaltaron las iglesias y los palacios robando obras de arte de gran valor, entre ellas los caballos de bronce de la basílica de San Marcos que acabaron coronando el Arco de Triunfo del Carrusel en París (aunque fueron recuperados en 1815). Pero lo que más dolió a los venecianos fue ver cómo destruían el Bucintoro, uno de sus símbolos más queridos, hundiendo también en la laguna una ceremonia con más de 600 años de historia: los Esponsales del mar. Después de aquello todo el Véneto acabó formando parte del Imperio Austriaco, lo que hizo crecer el nacionalismo y alimentar la futura unificación de Italia.

Uno de los canales.
Vivir en Venecia siempre fue difícil. Desde el principio se tuvo que establecer un plan de drenaje y cimentación para levantar la ciudad. A unos diez metros de profundidad hay un estrato de terreno muy sólido llamado “caranto” sobre el que los venecianos fueron plantando millones de palos que, seis siglos después, siguen manteniendo todas las edificaciones. Pero, a día de hoy, continúan luchando con el “acqua alta”, una marea que inunda todo y que cada vez sucede más frecuentemente. Para impedir que Venecia se hunda, Italia ha creado diferentes sistemas, actualmente tienen el Módulo Experimental Electromecánico, al que llaman MOSE (en referencia a Moisés que separó las aguas del Mar Rojo).

Existe el dicho de que hay que visitar Venecia una vez en la vida. Está considerada una de las ciudades más bellas del mundo, y millones de turistas acuden cada año. Muchos lo hacen en verano y otros durante su mundialmente famoso carnaval. Pero también es buena fecha para visitarla el domingo siguiente al día de la Ascensión. ¿Por qué ese día? Porque desde 1965 se recuperó la histórica fiesta de los Esponsales del mar, aunque ya no tenga la magnificencia de antaño.

Plaza de San Marcos. Venecia.

Nota: en el momento de escribir estas líneas no se recomienda viajar por la situación de pandemia. En muchos lugares existen restricciones en vuelos y en accesos a ciudades. Hay cierres o límites de aforo en monumentos, museos y hostelería.

Sin reloj.

$
0
0

Me he acostumbrado a mi nueva forma de vida. Dicen que el ser humano es capaz de adaptarse a todo. Aunque echo de menos mi vida anterior, me consuela saber que esto será solo durante una temporada… pero se está haciendo muy larga.

A veces da pereza salir a la calle nada más que por todo lo que hay que hacer al volver: poner la ropa a lavar, desinfectar lo que has traído de fuera, ducharte… Sé que hay mucha gente que no hace esto porque parece ser que el bicho no está en las superficies. Y sé que hay otros que no salen para no someterse a este ritual de entrada a casa. Si tienes imaginación y ganas de evadirte de la realidad puedes jugar a ser un astronauta que regresa a la Tierra… Sí, ya sé que ni tenemos edad, ni está la cosa para bromas… Pero esos pensamientos tontos me ayudan a cumplir todas las directrices sin quejarme tanto de la mascarilla, ni de cómo se estropea la ropa con tanto lavado en agua caliente…

Tengo productos desinfectantes que parecen un insecticida. Cuando vuelvo de la calle voy limpiando los pomos de las puertas y los interruptores que he tocado sin lavarme las manos. El bote suelta ese silbido desagradable mientras imagino que persigo a una mosca que se frota las patitas y se limpia las alas irritantemente. Luego embadurno de alcohol las llaves y la cartera. Cuando esto acabe, mi móvil y yo iremos a alcohólicos anónimos, él para que no tenga tentación de más chupitos de alcohol de 70º y yo para acallar mi conciencia por ser la única culpable de haberlo ahogado en ese líquido transparente con la excusa de desinfectarlo porque venía de la calle llenito de bolitas coronadas… o coronitas… ¡Uy, lo retiro! A mi primo Alberto no le va a hacer ninguna gracia esta bromita, porque le debe mucho a esa buena gente.

Puede parecer raro, quizá insensible, pero de todas las instrucciones que me dieron, la que más me pesó fue la de la bisutería: salir a la calle con el pelo recogido y sin ninguna clase de adornos metálicos. Sí, ya sé. Nadie sigue esa pauta. Todas las chicas, sobre todo las de mi edad, van a pasear con el pelo suelto y maquilladas… no es que el color blanco de la mascarilla sea muy favorecedor, pero siempre quedará mejor que el marrón sucio asqueroso del tono 3 de la marca “se adapta totalmente a tu tono de piel y no mancha” ¡Qué no mancha! ¡Qué buenos publicistas que logran que te lo creas! A mí me gustan las mascarillas rosas que venden en la perfumería de mi barrio, lo dejo como pista para regalo útil ahora que se acerca mi cumpleaños… Y por supuesto, todas mis amigas llevan los pendientes, anillos, pulseras y collares que les da la gana y se compran más y más… ¡Ay! ¡Qué envidia!

Me dicen que estoy loca por seguir esas medidas, pero mi pelo me está más que agradecido de que no lo aplaste todos los días entre las planchas de cerámica a altas temperaturas para que quede bien lisito. He descubierto que le gustan las coletas, se ha enamorado de la goma y es feliz cuando se abraza muy fuerte a ella.

Tengo todas mis joyas, las buenas y las de fantasía, guardadas en multitud de joyeros repartidos por mi habitación. Ahí llevan un año encarcelados preventivamente por si acaso es cierto que al bicho le gusta el metal tanto como para intentar quedarse a vivir en él. Aquel cartel de recomendaciones dictaminó la sentencia, aunque todavía no he descubierto de cuánto tiempo es la pena.

Muchos países difundieron un protocolo de recomendaciones
para salir de casa durante la pandemia declarada en 2020.

Pero lo que llevo peor es lo del reloj… porque entre las cosas metálicas, se encuentran también mis relojes. Me dice mi amiga Almudena que ya no me hace falta ningún reloj porque el móvil lo hace todo… ¡Calla, calla, Almu, deja al pobre móvil que bastante tiene con no ponerse en huelga indefinida por los baños de alcohol diario que le doy!

Yo era de esas que no se quitaba el reloj ni para dormir. Pensaba que no podía vivir sin él. Lo nuestro era amor, aunque confieso que yo siempre le he sido bastante infiel… Tengo dos docenas. Estos no están repartidos anárquicamente por la habitación, sino muy ordenados en una vitrina expositora… Cada cual expone lo que quiere. ¿Digo yo algo de que la vecina del quinto tenga en el mueble del salón una colección de muñecas de porcelana que dan mucho miedo? Y eso que no entro en su casa, por lo de no pisar su parqué con los zapatos de la calle y no respirar los aerosoles. Desde la puerta las veo mirarme fijamente cuando voy a llevarle a la pobre los productos pesados de la compra, como buena samaritana que soy. Me estremezco solo de acordarme de las miradas de esos ojillos pintados hasta los que llegan los encajes de sus ropas antiguas.

Echo mucho de menos a mis relojes. Y especialmente a uno… el rosa de manecillas que tiene calendario en la esfera. Tengo otros muchos bonitos, pero este siempre fue mi preferido, aunque no supe muy bien por qué hasta el año pasado. Mi reloj es sensible e inteligente, inteligente de verdad. Entre todos los objetos inanimados que siguen cómo si tal cosa, él sabe lo que está ocurriendo. Cuando salí aquel sábado al supermercado para aprovisionarme de todo para quince días, ¡quince días, ilusa de mí!, él iba en mi muñeca y era testigo de cómo las estanterías se quedaban vacías, la gente se peleaba por el papel higiénico y yo trataba inútilmente de que nadie se acercara demasiado a mí en mitad de aquel caos. Me acompañó todo el tiempo y se quedó junto a mi piel cuando ya había guardado todos los víveres, me había duchado y me había sentado en el sofá perpleja ante la televisión, sin saber muy bien si tenía que seguir allí esperando que alguien saliera diciendo “¡inocente, inocente!” o volviera a repetirme que aquello iba totalmente en serio y no era un simulacro.

No era un simulacro, no. Bien lo supe cuando el domingo por la mañana el silencio más desesperante se tragó todo y la ciudad desierta se volvió un fantasma salido de una película apocalíptica. Pero mi reloj rosa lo supo antes que yo y quiso hibernar hasta que esto pasara, así lo entendí y así será. Tengo una pila nueva esperando para que deje de marcar el momento en que el pobre se asustó y se paró: las 00.01h del 15 de marzo de 2020.

© MJ



Recomendaciones para entrar en casa difundidas
por muchos países durante la pandemia de 2020.


Venecia: impresiones personales.

$
0
0

Recientemente celebrábamos aquí el 1600 cumpleaños de la hermosa Venecia repasando algunos mitos sobre su fundación y resumiendo su ajetreada historia.

Venecia está considerada una de las ciudades más bellas del mundo. Es la ciudad de los canales, la del famoso carnaval y la del prestigioso festival de cine. Es el lugar romántico por el que pasear en góndola, el sitio especial en el que se han ambientado tantas películas y a la que acuden recién casados de todo el mundo para hacer el reportaje de bodas y pasar la luna de miel.

Vistas del Gran Canal desde uno de sus puentes. A la izquierda la iglesia de
San Simeone Piccolo y a la derecha los muelles flotantes y el vaporetto.

Al contar la historia de Venecia se me quedó en el tintero daros mi propia visión de una ciudad que tuve ocasión de visitar en junio de 2016 y donde no todo es tan perfecto como nos venden en las guías de viaje.

Lo mejor son sus más emblemáticos monumentos:

La basílica de San Marcos. Se dice que la original se construyó para acoger los restos del santo que se convirtió en protector de la ciudad. De arquitectura bizantina, con el paso del tiempo se fueron mezclando estilos. En el interior predominan los mosaicos, ricamente dorados, que ilustran escenas de la Biblia. Recomiendo la visita a la terraza y al museo. Está prohibido hacer fotografías en el interior del templo, pero vale la pena reservar la cámara para las magníficas vistas que encontraremos al subir. Desde allí se divisa toda la plaza a la que Napoleón denominó “el salón más bello de Europa”, aunque no dudara en atacarlo, como ya contamos… En la terraza nos encontramos, literalmente, bajo las patas de cuatro famosos caballos, réplica de los originales que trajeron del saqueo de Constantinopla, y que vigilaban la plaza desde 1254 hasta la década de 1980 cuando fueron trasladados al interior del museo para protegerlos de la corrosión producida por la contaminación, la meteorología y los excrementos de las palomas.

Los caballos en la terraza de
San Marcos y el campanario.

A la izquierda tenemos la mejor panorámica del precioso Palacio Ducal y al fondo el Gran Canal. A la derecha la Torre del Reloj y en primer plano el imponente campanile.

El campanario de San Marcos mide 97 metros y en su origen fue también faro para los navegantes. El que contemplamos actualmente es una reconstrucción pues el original sufrió las consecuencias de terremotos y rayos que lo hicieron inclinarse y, finalmente, desplomarse el 14 de julio de 1902. Es la torre más alta de la ciudad y está coronada por una escultura de tres metros del arcángel Gabriel que sirve de veleta. Se elige este arcángel porque la tradición sitúa la fundación de Venecia el día de la Anunciación. Cuentan los venecianos que si el arcángel apunta hacia la basílica habrá aqua alta. Sigue cumpliendo su función con sus cinco famosas campanas, aunque a los turistas lo que más les interesa son sus fabulosas vistas.

Reloj.
La torre dell’Orologio. El reloj está formado por varias esferas: la exterior tiene números romanos del I al XXIV, la segunda muestra los signos del zodiaco y la interior las fases de la Luna. La manecilla tiene un sol. La torre está coronada por el león alado, símbolo de la ciudad. Los marinos, gracias a este reloj tan especial, sabían los movimientos de las mareas y cuando era el mejor momento para emprender su viaje.  Dice la leyenda que al constructor le sacaron los ojos para que no pudiera reproducir este reloj.

Palacio Ducal.

El Palacio Ducal. Su preciosa fachada gótica lo ha convertido en uno de los símbolos más reconocibles de Venecia. Era la residencia del dux, la sede del gobierno, la magistratura, los tribunales y las prisiones. El interior tiene un maravilloso patio de estilo clásico donde destaca la impresionante Escalera de los Gigantes del siglo XV que custodian las esculturas de Neptuno (dios del mar) y Marte (dios de la guerra) como símbolo del dominio de Venecia sobre el mar. Coronando el conjunto nos encontramos con el omnipresente león alado. El interior del palacio se divide en numerosas salas decoradas por pintores de la talla de Tintoretto o Veronese. Este es el monumento que más me gustó de Venecia.
Escalera de los gigantes.

Hasta hace poco había un recorrido “secreto”, pero que ya incluye la entrada al palacio. En él se nos permite pasar por el interior del puente de los Suspiros, última luz del día que veían los presos que eran trasladados desde el tribunal a su celda. De hecho, este puente une el Palacio Ducal a la antigua prisión. Cuentan que fue lord Byron quien le puso tan romántico nombre. Y, como esos presos, pero con perspectivas más alegres, los turistas cruzamos al edificio de prisiones donde podemos ver los oscuros calabozos.

Góndolas bajo el Puente de los Suspiros.

Plaza de San Marcos. El centro neurálgico de la ciudad desde hace siglos y destino de todos los turistas. Es el lugar más bajo de la zona y el primero que se inunda cuando llega el aqua alta. En sus arquerías nos encontramos con el famoso Café Florian, la cafetería más antigua de Europa, lugar que frecuentaban Casanova, lord Byron, Proust y Dickens. Sigue conservando el lujo y el buen ambiente de antaño. En el momento de escribir estas líneas el Café Florian ha anunciado su cierre a consecuencia de las pérdidas económicas causadas por la pandemia, esperamos que puedan volver a abrir sus puertas de nuevo.

Vistas de la plaza de San Marcos hacia la basílica y el campanario.


Casi todos los edificios que forman la plaza albergan interesantes museos en su interior como el museoCorrer, Arqueológico o la Biblioteca Marciana. Al recorrerlos vemos salas palaciegas, piezas romanas, egipcias y hasta un cetro de cuerno de unicornio. La biblioteca es preciosa con sus mapas, globo terráqueo e interminables estanterías de libros. Pero para salir de estos museos tenemos que regresar sobre nuestros pasos en sentido inverso y recorrer de nuevo todo el perímetro de la plaza.

Y cuentan las guías que uno de los atractivos de la plaza son sus palomas cuyos orígenes llegan a tener tintes legendarios. Efectivamente, la plaza está invadida de palomas, a las que nos animan a alimentar, a pesar de las prohibiciones, decenas de vendedores de comida para estas aves que te siguen por toda la plaza.

Puente de Rialto.
Puente de Rialto: es el más antiguo y famoso de los cuatro puentes que cruzan el Gran Canal. Fue construido entre los años 1588 y 1591 para sustituir al viejo puente de madera.

Existen además en Venecia multitud de iglesias, puentes y museos dignos de visita, empezando por la Galería de la Academia donde se custodia el famoso Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci, pero que solo se puede contemplar en pocas ocasiones porque no suele estar expuesto al público por motivos de conservación.

En un paseo en barco podéis llegar a las otras islas que también hacen las maravillas de los turistas. La vegetación y los parques se esconden en esos otros lugares, no encontré ninguno en el centro histórico de Venecia.

Góndolas delante de la basílica di San Giorgio Maggiore.

Si lo que os gustan son las compras en cualquier tienda de regalos encontraréis los más finos trabajos de cristal de Murano y las más lujosas máscaras de carnaval.

Venecia está formada por muchísimas pequeñas islas que unen los puentes. Hay multitud de canales estrechos o anchos, en un laberinto que cruzan pequeños puentes que siempre, siempre, tienen escaleras, lo que hace el trayecto enormemente dificultoso para las personas con movilidad reducida.

Caravana de
góndolas.
Aquí todas las mercancías se transportan en lanchas o barcas. Están atracadas en las puertas de pequeños hoteles que dan directamente a un canal. Por cierto, los canales no huelen mal.

Sin duda, la forma más romántica de pasear por Venecia es en góndola. Encontramos cientos de ellas a precios desorbitados, aún más altos para los trayectos nocturnos, en auténticas “paradas”. Los gondoleros llevan la característica camiseta a rayas y algunos cantan. Pero llega a haber tantas góndolas que se forman verdaderas caravanas en los canales.

El principal y más famoso de todos es el Gran Canal que de forma zigzagueante marca la silueta de la ciudad. Para recorrerlo se recomienda utilizar el varopetto, un autobús acuático. Las paradas se sitúan en muelles flotantes contra los que choca directamente para subir a los pasajeros. Crujir de maderas y un empujón. En Venecia también se aparca de oído. El vaporetto es la mejor forma de ver todos esos palacios maravillosos que se asoman al Gran Canal. Recomiendo este paseo de día porque la noche veneciana es oscura. No ocurre como en otros lugares que iluminan sus edificios emblemáticos. Incluso en las zonas peatonales la luz de las farolas es pobre y apagada. Hasta la propia basílica y la plaza de San Marcos quedan sumidas en la penumbra nocturna.

La silueta sinuosa del Gran Canal de Venecia vista desde el avión.

Nosotros tomamos el vaporetto nocturno y descubrimos que la mayoría de los palacios pueden verse porque tienen sus luces interiores encendidas. Desde el exterior divisas sus ventanas sin cortinas y los grandes salones con lámparas de araña y rica decoración. El agua del Gran Canal aparece negra pero algunas góndolas aún navegan iluminadas tan solo con un farol en la proa, tan empequeñecido frente a la noche que se asemeja a una frágil luciérnaga sobrevolando un lago. Me pareció una temeridad ver cómo se acercaban al vaporetto sin inmutarse, supongo que por costumbre y destreza. En aquellas circunstancias, lo que más me gustó del trayecto en vaporetto, fue pasar por debajo del puente de Rialto.

Recomiendo no apartarse del circuito turístico cuando se acerca la noche, ni siquiera en los alrededores de la basílica. No sigáis el camino más corto que marca el GPS, ni los viejos letreros de madera con la palabra “San Marcos” de las paredes. Acabaréis perdidos en un laberinto cada vez más estrecho de callejuelas desiertas, con casas tapiadas, con capas y capas de carteles anunciadores de espectáculos que nadie se ha molestado en  retirar. Es la otra cara de Venecia, lúgubre e intimidante, que desvela un hecho bastante triste: sus habitantes se están marchando. Llevan décadas abandonando Venecia y dejándola en manos de los turistas, hasta el punto de que son muchos los que dicen que la bellísima ciudad es ahora un inmenso parque temático.

Os encontraréis muchas opiniones positivas, cada uno tiene su punto de vista. Es cierto que Venecia merece la pena y que regresaréis con bonitos recuerdos y preciosas fotografías. Pero cada cual tiene su propia experiencia, así que no os sintáis culpables si desde la estación de tren de Santa Lucía el Gran Canal os parece un río, si descubrís que hay monumentos descuidados y rotos y si os sorprende tener que pasar el día subiendo y bajando escaleras en cada uno de los puentes…  

Uno de los numerosos canales.

Nota: en el momento de escribir estas líneas nos encontramos en situación de pandemia. Se recomienda informarse debidamente antes de emprender cualquier viaje. En muchos lugares existen restricciones y puede haber cierres o límites de aforo en monumentos y museos.

“Kathleen” de Christopher Morley.

$
0
0

Los Escorpiones son una pequeña sociedad literaria formada por ocho alumnos de Oxford: siete ingleses y un americano. Cada domingo por la tarde se reúnen para leer sus creaciones, pero en esta ocasión la cosa va a ser diferente. Habían decido escribir una novela por entregas y que cada uno de ellos fuera el autor de uno de los capítulos. Por su gran imaginación, Kennet Forbes iba a ser el primero en tan laboriosa tarea y para ello le habían concedido todas las navidades. Pero, como era su costumbre, Forbes dejó el trabajo para el último momento. 

Cuando los ocho alegres Escorpiones se reunieron en la habitación, el muchacho tenía listo el primer capítulo de la novela, pero antes de leerlo debía hacerles una aclaración muy importante: el día anterior había entrado en la librería Blackwell’s y, buscando un libro, había encontrado, abandonada sobre una fila de volúmenes, una carta. Sin pensarlo dos veces la había leído. La misiva, fechada el 30 de octubre de 1912, y con la dirección de la remitente destacada, comenzaba enviando al destinatario, Joe, recuerdos de parte de Fred y contando algunas cosas sobre los familiares de la joven, sin dar demasiadas pistas. A Forbes le había parecido una nota deliciosa y Kathleen, su autora, una muchacha encantadora. Entonces se le había ocurrido utilizar a las personas que se mencionaban en la carta como personajes de la novela que estaban a punto de escribir.

El grupo, entusiasmado, aceptó la idea. Los alegres amigos decidieron que no se mencionaría a ningún otro personaje que no saliera en la carta y que debían basarse en ella para crear las personalidades y las situaciones de su novela.

Así pues, con estás ideas en la cabeza, escucharon el primer capítulo que había escrito su amigo y decidieron los turnos de los siguientes en contribuir con sus relatos a la creación de la historia donde Kathleen y Joe serían los indiscutibles protagonistas.

Pero, conforme iba pasando el tiempo, los Escorpiones comenzaron a hacerse preguntas y formar conjeturas sobre las personas reales que aparecían en aquella carta perdida, hasta el punto de que los celos hacia Joe se hicieron patentes y la idea de conocer a la verdadera Kathleen cobraba cada vez más fuerza.

Justo antes de las siguientes vacaciones decidieron que ya que sabían la dirección de Kathleen, Bancroft Road, 318 en Wolverhampton, viajarían hasta allí para intentar conocerla. El ganador de la “gran aventura Kathleen”, como la habían denominado, sería aquel que consiguiera entablar conversación amistosa con la muchacha, ganarse su confianza y lograr que aceptara una invitación para las regatas de Oxford.

Ya en el viaje en tren, Blair queda prendado de una muchacha que ve subirse en una de las estaciones. Cuando llegan a Wolverhampton, la joven baja a la par que ellos y Blair está lo suficientemente cerca como para verla subir a un cabriolé y oírle decir la dirección al cochero: Bancroft Road, 318. ¡Había sido el primero en ver a la verdadera Kathleen! Y le pareció aún más bonita y encantadora que en su propia imaginación. Dispuesto a todo por entablar amistad con la joven, hace sus averiguaciones y descubre que su padre es historiador, así que envía un falso telegrama de parte de Joe pidiéndole a Kathleen que reciba a su amigo John Blair investigador de la historia de Wolverhampton. Ni que decir tiene que el padre de Kathleen se muestra entusiasmado ante la idea de tener a otro estudioso de su localidad con el que compartir sus notas y descubrimientos y, es así como Blair consigue una invitación para cenar en casa de Kathleen. Pero con lo que no cuenta el joven americano es con la astucia y perseverancia de sus compañeros que, cada uno por su cuenta, también están dispuestos a valerse de las más graciosas estratagemas para conseguir colarse en la casa de Kathleen.

La editorial Periférica nos trae esta magnífica traducción de Ángeles de los Santos, de una divertida novela de enredo sorprendentemente inédita en castellano hasta 2016.  La historia está ambientada en los años previos a la Gran Guerra en la Universidad de Oxford, un lugar que Morley conoce muy bien porque estudió allí tres años. En ella, a través de diálogos inteligentes y situaciones cómicas, se nos muestra el ambiente estudiantil de aquella época, el Oxford donde los estudiantes son atendidos por un criado en sus propias habitaciones, se preparan cenas y reuniones de amigos, se crea, se estudia y se vive plácidamente, protegidos del frío y la lluvia con estufas de carbón y risas cómplices.

Es uno de esos libros que se leen fácil y rápidamente, que te hace preguntarte qué pasará pero a la vez no quieres que llegue el final, porque se te hace corto. Sin embargo, por ponerle un pero, diría que me resultó decepcionante que Morley no nos deje leer ese libro que han escrito Los Escorpiones, porque en ningún momento se cuenta que ocurre en él, ni se hacen referencias a la historia que van tejiendo los muchachos en cada capítulo. Solamente al principio, cuando se establecen las reglas, se mencionan los personajes con los que contarán y las impresiones que tienen sobre ellos. Está claro que el relato del club literario carece de importancia, pues lo realmente relevante es cómo empieza la historia, cómo arranca a través del recurso de la carta olvidada y cómo evolucionan los sentimientos de los muchachos hasta convencerlos de que la única opción posible es conocer a la verdadera Kathleen. Y es en esa parte del libro, en la estancia de estos divertidos jóvenes en Wolverhampton, donde comienzan los enredos, los telegramas falsos, los disfraces y las competiciones ante el imperturbable señor Kent, tan complacido de tener con quien compartir su pasión por la historia local, que no se percata del engaño, mientras su hija Kathleen, poco a poco, va desconfiando de las situaciones disparatadas que la rodean.

Esta novela podría haber servido de inspiración, perfectamente, para el guion de una de esas maravillosas películas de enredo del Hollywood dorado y me imagino a Katherine Hepburn como la encantadora Kathleen y a Gary Grant encarnando a Blair. Una pareja perfecta.

Pero la obra guarda un misterio más. ¿Fue Kathleen un personaje o una persona de carne y hueso? A la dedicatoria me remito. Morley escribe: A la verdadera Kathleen, con mis disculpas.

¿Personaje, persona o recurso literario?



La catedral de Burgos. VIII centenario.

$
0
0

Contemplar el exterior de la catedral de Burgos, adentrarse en ella, pasear por sus naves, contemplar la capilla del Condestable, la Escalera Dorada, las vidrieras de irrepetibles colores, las asombrosas bóvedas estrelladas, los luminosos claustros y los restos románicos del sótano es llenarse de admiración. Eso fue lo que me ocurrió cuando la visité en 2016. La catedral de Burgos me parece la más hermosa del mundo.

Vista de la catedral de Burgos desde el puente de San Pablo.

Peregrino.
Sus características agujas del siglo XV, obra de Juan de Colonia, se distinguen desde diversos lugares de la ciudad. Pero para ver la catedral de cerca lo más recomendable es la plaza del Rey Fernando donde también encontrarás un banco con la escultura de un peregrino que nos recuerda que Burgos siempre fue parte importante del Camino de Santiago. La imagen icónica es la portada de Santa María que se encuentra en la plaza del mismo nombre. Quizá allí alguien te cuente las leyendas que rodean la historia de este precioso monumento.

Vista de la catedral desde la plaza del Rey Fernando.


Burgos ya está celebrando el VIII centenario de su catedral declarada Monumento Nacional en 1885 y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984, la única en España en serlo por sí sola, sin que se incluya en un conjunto arquitectónico. Además de ser la cumbre del gótico del país y modelo de otras catedrales, es basílica, parte del Camino de Santiago y del Camino del Cid y uno de los edificios emblemáticos de Europa. En ella han trabajado grandes artistas como Juan, Simón y Francisco de Colonia o  Gil y Diego de Siloé y en ella se han inspirado Pérez Galdós, Víctor Hugo, Alejandro Dumas y Bécquer, entre otros escritores.

Interior del claustro.

Burgos tenía ya en el siglo XI un templo románico construido en la loma de una colina, entre el cerro del castillo y el río. Pero la importancia de la ciudad hizo que se decidiera construir una nueva catedral sobre él, en un estilo jamás visto en España pero con el que se estaba edificando en Francia: el gótico.

El día 20 de julio de 1221, con el beneplácito del rey Fernando III, el obispo don Mauricio coloca la primera piedra de la nueva catedral de Burgos.

Catedral de Burgos desde la plaza de Santa María.

Los maestros franceses que iniciaron la obra fueron bastante rápidos. En 1230 tiene lugar la primera consagración de la parte construida y se comienza a demoler la edificación románica. Para 1260 ya se consagra todo el templo bajo la advocación de Santa María la Mayor. Durante los siglos siguientes se amplia el edificio original y sigue construyéndose capillas hasta el siglo XVIII. Aún hoy se han proyectado unas nuevas puertas en estilo contemporáneo de Antonio López que han resultado muy polémicas.

La parte más llamativa del interior del templo es el cimborrio. El original se derrumbó una madrugada de 1539 azotado por fuertes vientos. El que podemos contemplar es fruto de la maestría de Francisco de Colonia y Juan de Vallejo que lo construyeron entre los años 1540 y 1568 y es donde encontramos esas bóvedas caladas tan impresionantes, consideradas las más bellas de todo el Renacimiento español. Felipe II dijo de ellas que “más parece obra de ángeles que de hombres”.

Bóveda estrellada y calada.

Lápida.
A los pies del cimborrio está la lápida de jaspe rojizo con una inscripción en letras doradas fruto de Menéndez Pidal bajo la que descansan parte de los restos de Rodrigo Díaz de Vivar, más conocido como el Cid Campeador, y de su esposa doña Jimena que fueron trasladados allí con gran ceremonia el 21 de julio de 1921. Se cumplen 100 años de aquel acto solemne.

Cerca del cimborrio se encuentra el coro de madera de nogal tallado en estilo renacentista y que contiene el sepulcro del obispo don Mauricio.

La más importante de las diecinueve capillas con que cuenta la basílica es la de la Purificación o de los Condestables construida por Simón de Colonia a finales del siglo XV en estilo gótico flamígero y considerada una de las obras cumbres de su siglo en toda Europa. Lo que más asombra a cuantos entran en la capilla es su maravillosa bóveda estrellada, calada y acristalada.

Capilla de los Condestables.

Las primeras vidrieras que se vieron en la Península Ibérica fueron las de Burgos, primero en el monasterio de Las Huelgas y después en la catedral que posee uno de los conjuntos vidrieros más importantes del país. La realizan los maestros franceses en el siglo XIII que, además, convierten a Burgos en uno de los más importantes centros de fabricación de vidrieras de la Edad Media. Desgraciadamente, la voladura del castillo de Burgos por las tropas napoleónicas en 1813, hace que la catedral pierda gran parte de las vidrieras, aunque aún se conservan las originales de la fachada del Sarmental con su impresionante rosetón y dos óculos en la puerta de Santa María.

Rosetón original del siglo XIII de la fachada del Sarmental.

Otros de los hitos de la catedral de Burgos es la Escalera Dorada. En la Edad Media el desnivel de ocho metros entre la calle y el suelo de la catedral fue solventado por una escalera románica que era muy transitada por los burgaleses que atajaban por allí para ir desde el barrio alto al mercado menor y por los peregrinos del Camino de Santiago. Esta primitiva escalera quedó muy deteriorada y el obispo encarga la construcción de una nueva a Diego de Siloé. Influenciado por sus estudios en Italia, el artista idea una escalera de 39 escalones que comienza en un tramo recto, se bifurca en dos brazos y tiene dos rellanos que pueden ser utilizados de púlpito. La entrada de la escalera está protegida por dos dragones de piedra y toda ella rematada con una barandilla de metal sobredorado. Así se construye entre los años 1519 y 1523 una escalera imperial única en España, obra maestra del Renacimiento e inspiración directa de Garnierd para su famosa escalera de la Ópera de París en el siglo XIX.

La Escalera Dorada lleva mucho tiempo cerrada 
y solo puede contemplarse como obra de arte.

En la catedral se rinde culto al Santísimo Cristo de Burgos, una imagen muy venerada en diferentes regiones de España y Latinoamérica. Es una talla de madera policromada que muestra a un  crucificado con brazos y piernas articulados y pelo natural del siglo XIV, aunque las leyendas le otorgan mayor antigüedad.

El Papamoscas debe
su nombre a un pájaro.
Y para terminar este homenaje a mi catedral favorita, tengo que hablar de una atracción turística que deja a los visitantes con la boca abierta, como su protagonista, el autómata de 1519 fruto, probablemente, de algún taller relojero veneciano. Me refiero al famoso Papamoscas y a su ayudante el Martinillo. Unos minutos antes de que den las horas, ya hay una multitud a los pies del templo, esperando que el Papamoscas abra y cierre la boca con cada campanada. El personaje, de aspecto tan grotesco que algún obispo ha querido retirar, ha llamado siempre la atención hasta el punto de inspirar canciones populares y ser mencionado en obras de importantes escritores.

Claustro.
© MJ Fotografías y texto.

Historias y leyendas de la catedral de Burgos.

$
0
0

El pasado 20 de julio fue el VIII centenario del comienzo de la construcción de la catedral de Burgos. Muchos burgaleses podrían contarnos multitud de curiosidades sobre ella. Algunas son históricas y otras se enmarcan en la leyenda. Si queréis saber por qué se tuvo que construir la Escalera Dorada, cómo llegaron los restos del Cid y doña Jimena hasta allí, qué pasó con el castillo o queréis oír la romántica leyenda que rodea al Papamoscas… seguid leyendo.

Catedral de Burgos.

Una catedral románica y unas escaleras rotas:

Restos románicos de 
la antigua catedral.

Burgos tenía una catedral románica donde, según se narra en El Cantar del Mío Cid, el guerrero se detuvo a rezar antes de partir al destierro. Pero esta catedral se fue desmantelando conforme se iba construyendo la actual en un nuevo estilo que revolucionó la arquitectura: el gótico.

Debido a que la catedral se encontraba a los pies del castillo y este en una colina, había que salvar un desnivel de 8 metros desde la calle del barrio alto hasta la del barrio bajo donde se encontraba el mercado. Así que se construyó una escalera por la que transitaban toda clase de personas, animales y mercancías que cruzaban la catedral a cualquier hora del día. Era el atajo. Imaginad la catedral de Burgos llena de gallinas por allí alborotando (aunque no sería la única del Camino de Santiago en tenerlas, ya que en la actualidad podemos encontrarlas en Santo Domingo de la Calzada… “donde cantó la gallina después de asada”… pero esa es otra historia). Con el paso de los años la escalera románica estaba tan deteriorada que se caía a pedazos así que se idearon diversas soluciones que no gustaron a nadie, hasta que se encargó el trabajo a Diego de Siloé. El resultado fue tan esplendido que no pasó mucho tiempo hasta que se cerró al público, para preservar aquella magnífica escalera imperial embutida milagrosamente en un espacio tan pequeño. La fama de la Escalera Dorada voló por encima del tiempo y en el siglo XIX Garnierd visitó Burgos para inspirarse en ella y construir, a gran escala, la escalera de la Ópera de París.

Aunque la catedral románica se desmanteló al construirse la gótica, aún quedan restos visitables en los sótanos.

Escalera Dorada.

La leyenda del Papamoscas.      

Una de las cosas que más interesa al visitante de la catedral de Burgos es el famoso Papamoscas y su compañero el Martinillo. Este autómata es, en realidad, un reloj que salió de un taller veneciano, probablemente en 1519. El personaje abre y cierra la boca al dar las horas y debe su nombre al pájaro papamoscas cerrojillo que permanece con la boca abierta esperando que entren las moscas para comérselas.

Cuenta la leyenda que el rey Enrique III iba todos los días a rezar a la catedral. Una mañana reparó en una bella joven que oraba frente a la tumba de Fernán González y, al verla salir, la siguió hasta su casa. Cada día el monarca acudía para realizar su plegaría y para ver a la muchacha. En una ocasión la joven dejó caer un pañuelo a sus pies y él lo recogió entregándole el suyo a cambio, pero sin atreverse a hablarle. La desconocida se marchó con un triste lamento y nunca más volvió. El rey, entristecido por su ausencia, acudió a la casa de la joven y descubrió que allí no vivía nadie desde que sus moradores murieron de peste años antes. En recuerdo de aquel desdichado amor, Enrique encargó que se fabricara un reloj con los rasgos de su amada.

Esto no puede ser más que una imaginativa historia que se ha ligado al Papamoscas de manera ilógica, pues este autómata no tiene aspecto de bella muchacha, sino de diablillo y no hay coherencia histórica en el relato porque Fernán González nunca estuvo enterrado en la catedral de Burgos y el autómata es muy posterior a la época de Enrique III. Lo que sí es cierto es que este personaje ha asombrado a numerosos viajeros que lo han reflejado en sus diarios y que durante siglos ha inspirado coplillas populares que se cantaban en la ciudad.

Víctor Hugo visitó Burgos con su familia cuando contaba diez años de edad. Su madre relataba que se había quedado asombrado con el Papamoscas. En 1845 repitió el viaje para reencontrarse con lo que más le fascinó de Burgos: la figura del Cid, la catedral y el Papamoscas.

Benito Pérez Galdós contaba siempre que no se avergonzaba de seguir encantado con el Papamoscas aunque ya no fuera ningún niño. Y tanto debió gustarle que lo cita en sus Episodios Nacionales y en Fortunata y Jacinta.

Una de las canciones populares termina diciendo:

Porque no es el Papamoscas/ el que solo hace la fiesta, / también los que estáis abajo/ y tenéis la boca abierta.


Leonardo da Vinci, quizás.

La Magdalena.
La capilla de los Condestables es una de las más hermosas muestras de arte de todos los tiempos y es un tesoro en sí misma, pero también contiene, a su vez, otros tesoros. Uno de ellos es el cuadro de La Magdalena que durante mucho tiempo se atribuyó al mismísimo Leonardo da Vinci, pero que hoy sabemos que es de Giovanni Pietro Rizzoli, uno de sus discípulos.

Cuando los soldados franceses encontraron a El Cid:

En el monasterio de San Pedro de Cardeña se encontraban enterrados los restos del Cid y doña Jimena. Dice el Cantar del Mío Cidque allí fue donde Rodrigo dejó a su mujer e hijas cuando partió a la guerra. No fue la primera tumba que tuvo Rodrigo Díaz de Vivar, pero parecía que sería la definitiva. Allí le presentaron sus respetos Isabel la Católica, Felipe II y Felipe III. Parecía que al fin, el Cid y doña Jimena descansaban en paz… hasta que llegaron las tropas napoleónicas. Los franceses conocían el Cantar del Mío Cid y además la obra Le Cid de Pierre Corneille estrenada en 1636 había hecho ganar mucha popularidad al héroe en el país vecino. Contaban que en su sepulcro había grandes riquezas, por lo que los soldados no dudaron en profanarlo y repartirse sus huesos. Se pudo recuperar… lo recuperable, porque aún andan pululando restos por media Europa.

Escultura del Cid (Burgos).

Escultura de doña
Jimena (Burgos).
El propio Alfonso XII tuvo que intervenir para recuperar alguno de los huesos que poseía un príncipe alemán y estuvo presente cuando los llevaron al Ayuntamiento de Burgos. De ahí, en acto solemne el 21 de julio de 1921, fueron trasladados a la catedral de Burgos donde parece que ya podrán descansar en paz don Rodrigo y doña Jimena, aunque no estén sus osamentas completas. En la preciosísima Puerta de Santa María (Burgos) se guarda un radio del Cid y en la Real Academia Española de la Lengua se conserva un fragmento de su cráneo (en recuerdo de que fue un personaje histórico, pero también literario) desde que en 1968 Camilo José Cela consiguiera recuperarlo. En las actas de la RAE de ese año se detalla como los académicos le llevaron tan preciado presente a Ramón Menéndez Pidal en su 99 cumpleaños.

La retirada de las tropas napoleónicas:

De los desastres que causaron los soldados napoleónicos en España sería para hablar largo y tendido. Y no solo en nuestro país, claro. Ya contamos como acabaron con una costumbre milenaria en Venecia.

En Burgos robaron todo lo que pudieron. Pero algo insólito iba a suceder el día que debían retirarse de la ciudad. Las tropas napoleónicas colocaron más de 1000 bombas en el castillo para volarlo como “regalo de despedida”. La mañana del 13 de junio de 1813, los burgaleses despertaron con una inmensa explosión. El castillo había saltado en pedazos y la onda expansiva había destruido la mayor parte de las vidrieras de la catedral, varias de sus estatuas y la techumbre de algunas iglesias cercanas. Ningún burgalés murió, pero cuando se acercaron a las ruinas del castillo descubrieron que cientos de franceses habían perecido bajo los escombros al calcular mal las cargas y el tiempo de detonación. Solo una docena se salvaron y consiguieron huir mientras las tropas españolas entraban en Burgos.

Arco de Santa María
(una de las antiguas puertas de la la ciudad).

El Santísimo Cristo de Burgos:

En la capilla del mismo nombre se encuentra la imagen de un Cristo Crucificado en madera policromada con articulaciones, pelo natural, recubierto de piel de bóvido y uñas de pergamino. A sus pies tiene tres huevos de avestruz traídos desde África por un comerciante como exvoto. El Cristo data del siglo XIV pero los burgaleses le otorgan mayor antigüedad, probablemente porque con anterioridad había otra imagen en lienzo en su lugar.

Cuenta la leyenda que un mercader prometió decorar la iglesia a los Agustinos de San Andrés si le tenían presente en sus oraciones y volvía con bien de Flandes. Durante el viaje de regreso le sorprendió una terrible tormenta. Cuando todo volvió a la calma, el mercader descubrió en las aguas un cajón que contenía una urna de cristal con un Cristo dentro. Se lo llevó a los Agustinos y en su iglesia  permaneció ganando la fama de milagroso. Los devotos aseguraban que le crecían el pelo y las uñas. También decían que lo habían visto sangrar, lo que es posible, puesto que tenía una calabaza en el costado que se llenaba con algún líquido rojo.

Santísimo Cristo de Burgos.
La devoción al Cristo de Burgos se extendió por toda España y muchos países de Hispanoamérica (incluso existe una copia en Lima, Perú). Cuando los reyes acudían a Burgos, lo primero que hacían era orar ante la imagen y alguno, como Isabel la Católica, quedó realmente impresionado por su realismo.

El Señor de Burgos fue llevado a la catedral tras la desamortización de Mendizábal. Nunca salió en procesión.

El mal estado de la talla hizo que tuvieran que suspenderse los actos religiosos que llevaban siglos celebrándose. Aun así, tuvieron que restaurarlo a pesar de la oposición de muchos. Todo salió bien y se aprovecharon los estudios para hacer una copia fiel del Cristo. Con ella se escenifica el Descendimiento cada Viernes Santo en la Plaza de Santa María y se celebran otros actos litúrgicos, recuperando así las antiguas tradiciones que rodeaban al Señor de Burgos, mientras el original permanece protegido en la catedral.

Grabado de la puerta de Santa María con la catedral al fondo.

© MJ texto y fotografías (excepto el grabado de la puerta de Santa María propiedad del museo de la catedral de Burgos).

El robo de La Gioconda

$
0
0

Si preguntáramos hoy cuál es la pintura más famosa del mundo tendríamos una contestación casi unánime: LaGioconda (también conocida como Mona Lisa) de Leonardo da Vinci. Si hubiésemos hecho esta pregunta hace 150 años, nuestros encuestados nos habrían dado muy diferentes respuestas.

Y es que hay un motivo muy curioso por el que La Gioconda se convirtió en el icono cultural que es hoy en día: su robo, al que se le llamó el Robo del Siglo, que trajo a la policía de cabeza durante dos años y que acaparó los titulares de periódicos de todo el mundo día sí y día también. Es una historia rocambolesca que se ha plasmado en varios libros y películas.

Este año se conmemora el 110 aniversario de aquel 21 de agosto de 1911 en el que La Gioconda desapareció del Museo del Louvre.

Dominio público. Wikipedia.
La Gioconda o Mona Lisa de Leonardo da Vinci.
Imagen de dominio público. Wikipedia.

En 1503 el comerciante Francesco di Bartolomeo del Giocondo encargó a Leonardo da Vinci que retratara a su esposa, Lisa di Antonio María Gherardini. Pero el artista no se desprendió de la pintura y La Gioconda acompañó a Leonardo durante una parte de su vida. Esta obra acabó rodeada de misterio pues hay quienes apuntan a que era la madre de Leonardo la retratada o él mismo feminizado. Sea como fuere, era una de las obras más famosas de uno de los grandes genios del Renacimiento italiano y, como tal, era admirada por especialistas del arte y público culto… pero no por el grueso de la sociedad, que poco sabía de La Gioconda o Mona Lisa.

Fue un copista el que dio la voz de alarma cuando el día 22 de agosto de 1911 acudió al museo y notó que había un hueco en una de las paredes de la sala, el que había dejado La Gioconda. Dio aviso y, en un primer momento, nadie se preocupó puesto que se estaban haciendo obras y los cuadros se descolgaban con facilidad y se enviaban al estudio fotográfico. Pero al comprobar que no estaba allí cundió el pánico. La policía interrogó a los trabajadores concluyendo que la desaparición había sido el día anterior. Solo se encontró el marco. Al día siguiente el robo de La Gioconda ya ocupaba la primera plana de los periódicos del mundo entero.

La policía manejó varias teorías, entre las que tomó fuerza la idea de que el robo era obra de una banda internacional de traficantes de obras de arte y que pronto pedirían un rescate o intentarían venderla. Pero los días pasaban y lo único que ocurría es que la prensa reproducía una y otra vez la fotografía del cuadro, se repartían octavillas y se componían canciones cómicas sobre el robo.

El 29 de agosto el Louvre reabrió sus puertas y batió récords de visitantes, una multitud hacía cola para ver el hueco dejado por La Gioconda en la pared. Este pequeño cuadro nunca había tenido tanto público como cuando desapareció.

Dominio público "The Two Mona Lisas" by Walter Littlefield, article from Century Magazine, Wikipedia.
Imagen de la época con el hueco en la pared que dejó la Gioconda.
Imagen de dominio público. Wikipedia.

En septiembre la policía encarceló al escritor Apollinaire acusado del robo y tras dos días de interrogatorios, detuvieron también a Picasso. Sometidos a un careo, Picasso, asustado, negó conocer a su gran amigo, pero luego rectificó y ambos fueron puestos en libertad. La carta de Gery Piéret publicada en un periódico tras su huida a Bélgica fue determinante para probar la inocencia de los artistas. Pieret había robado dos cabezas íberas del Museo del Louvre en 1907 y, por mediación de Apollinaire, las vendió a Picasso por 50 francos. Pieret presumía de lo fácil que era robar en el Louvre. Solo había tenido que coger  las piezas, esconderlas bajo su abrigo y salir del museo tranquilamente. Picasso estaba fascinado por el arte íbero y tenía las piezas en su casa, como inspiración para Las señoritas de Avignon, el que sería el primer cuadro cubista. Pieret robó una tercera cabeza en 1911, pero tuvo que devolverla. Picasso y Apollinaire, al enterarse del robo de La Gioconda temieron convertirse en sospechosos y pensaron en desprenderse de las obras arrojándolas al Sena, pero finalmente se conformaron con esconderlas. Sin embargo, sus temores se vieron confirmados cuando fueron detenidos. Eran compradores de las piezas íberas robadas pero no tenían nada que ver con el llamado Robo del Siglo.

En 1912 La Gioconda ya había adquirido fama mundial. El planeta se llenaba de reproducciones de su icónica imagen. Ese año los almanaques llevaban su rostro, proliferaban los perfumes y licores Mona Lisa, incluso se puso de moda un corset con su nombre.

En 1913 ya no tenían esperanzas de recuperar la tabla y el Louvre creó un nuevo catálogo de sus obras en el que ya no se encontraba La Gioconda.

En aquellos años las vanguardias históricas la convirtieron en motivo de sus creaciones y artistas como Malévich, Duchamp o Dalí hicieron sus propias interpretaciones del icono. Hasta se estrenaron películas que contaban la historia de su creación o de su robo.

Los acontecimientos dieron un giro inesperado cuando en noviembre de 1913 el marchante de arte de Florencia, Alfredo Geri recibió una carta de un tal Leonardo que le vendía La Giocondapor medio millón de francos. Inmediatamente, Geri se puso en contacto con Poggi, director de la Galería de los Uffizi, y juntos acudieron a la cita el día 13 de diciembre. Examinaron la obra y, al ver que se trataba de la auténtica Gioconda, llamaron a la policía que detuvo a Leonardo, cuyo verdadero nombre era Vicenzo Peruggia.

Peruggia contó que mientras trabajaba en el Louvre, había descubierto la gran cantidad de pinturas italianas que Napoleón había expoliado a su país. También se dio cuenta de lo fácil que resultaría apropiarse de alguna. Así que escogió llevarse La Gioconda por ser obra del pintor italiano más famoso. El 21 de agosto, día que el museo estaba cerrado al público, cogió la tabla, le quitó el marco, se la guardó bajo la ropa y se marchó a su casa donde la tuvo escondida todo ese tiempo con la intención de devolverla a Italia, su auténtica patria.

Si aquella fue la verdadera razón del robo, Peruggia se equivocó de cuadro. Se da el caso de que, precisamente, La Gioconda no fue ningún expolio de las tropas napoleónicas, sino que fue el mismo Leonardo da Vinci quien la llevó consigo a Francia en 1516 cuando fue invitado por el rey Francisco I. Leonardo vivió en un castillo del valle del Loira hasta su muerte en 1519 y, entonces, el rey compró sus cuadros que pasaron a formar parte de las colecciones reales francesas.

La Gioconda en la actualidad rodeada de visitantes en el Museo del Louvre.

Una vez recuperada, La Gioconda debía emprender camino de regreso al Museo del Louvre, pero primero fue expuesta cinco días en la Galería de los Uffizi de Florencia, después en la Galería Borghese de Roma y un par de días más tarde en la Galería Brera de Milán, en todas ellas con enorme afluencia de público. Llegó a París el 4 de enero de 1914. Allí la recibieron miles de personas de toda condición social y, esta vez, sí hacían cola para contemplar a la ya mundialmente conocida Gioconda y poner violetas a sus pies.

Peruggia fue encarcelado en Florencia y la prensa siguió de cerca el proceso judicial. Fue condenado a un año y quince días, pero su pena fue reducida a siete meses y nueve días que ya había cumplido.

Durante años se especuló con la idea de que Eduardo Valfierno, que se hacía pasar por marqués, fuera el autor intelectual del robo, pero nunca llegó a probarse.

Peruggia desilusionó a los franceses que habían imaginado que el autor del Robo del Siglo debía ser un sofisticado ladrón de guante blanco y no un individuo cualquiera. Pero, al mismo tiempo, sorprendió a los italianos que lo consideraron un héroe romántico que les quiso devolver  La Gioconda.

Un meme de la Gioconda.
Hoy en día el mundo sigue lleno de “Giocondas” reproducidas en toda clase de productos y convertidas en memes que recorren las redes sociales.

Ahora el Louvre la exhibe protegida por un cristal blindado y dos perímetros de seguridad. Los visitantes se quejan de que es más pequeña de lo que imaginaban (77cm x 53cm) pero todos se quedan extasiados contemplando la sonrisa y la mirada de Mona Lisa. Sin embargo, nunca falta alguien que murmura en italiano “debería volver a casa”...



La Gioconda en el Museo del Louvre con todas las medidas de seguridad:
cristal blindado, primer perímetro de madera y segundo perímetro de cinta delimitadora.

Aniversarios de la Dama de Elche y la Dama de Baza.

$
0
0

Todos los años se celebran multitud de aniversarios de todo tipo y no es nuestro propósito reseñarlos todos aquí, pero sí queremos mencionar algunos destacados en este 2021. Ya hemos hablado del aniversario de la fundación de Venecia, del comienzo de la construcción de la catedral de Burgos, del robo de la Gioconda y ahora vamos a tratar, resumidamente, dos más de carácter artístico que nos parecen interesantes:

80 aniversario del regreso de la Dama de Elche a España.

El pasado mes de febrero se cumplieron 80 años de la recuperación de la Dama de Elche , junto a otras piezas, en un intercambio de arte entre España y Francia.

La Dama de Elche es un busto de piedra caliza de 56 centímetros de alto y 65 kilos de peso datada entre los siglos V y IV a. C.

La Dama de Elche como está expuesta en el Museo Arqueológico Nacional (Madrid).
Imagen: archivo personal.

Son muchos los misterios que rodean su origen, identidad, significado y descubrimiento (fue hallada protegida por losas y tierra de tal manera que todo apunta a que fue escondida en algún momento de su historia), parece ser que pudo ser utilizada como urna cineraria, que estuvo policromada y con los ojos rellenos de pasta vítrea.

Este tesoro íbero fue descubierto el 4 de agosto de 1897 por un joven campesino de La Alcudia mientras trabajaba la tierra. El dueño de la finca la vendió pocos días después al hispanista francés Pierre París por 4000 francos (5200 pesetas o 31 euros actuales) que se la llevó al Museo del Louvre. Fue allí donde le cambiaron el nombre de Reina Mora(como se la conocía en España) por Dama de Elche. En el prestigioso museo pasó nuestra Dama 44 años, con una breve ausencia durante la Segunda Guerra Mundial al ser trasladada al castillo de Montauban con otras piezas para su salvaguarda.

Los gobiernos español y francés acordaron el intercambio de varias obras de arte en 1940. Francia devolvía a España la Inmaculada Concepción de los Venerables de Murillo y 58.000 manuscritos del Archivo de Simancas  que habían sido expoliados por los generales  de Napoleón, así como la mayor parte del tesoro de Guarrazar y la Dama de Elche. España le entregaba a cambio varias obras, entre las que se encontraban el retrato de Antonio de Covarrubias de El Greco, el retrato de Mariana de Austria de Velázquez y el tapiz La riña en la Venta Nueva de Goya.

En febrero de 1941 regresaba la Dama de Elche a España, pero lo hizo a Madrid, puesto que el Museo del Prado la había solicitado en compensación por las obras que había perdido en el intercambio. Allí tuvo un lugar privilegiado hasta que en 1971 fue trasladada al Museo Arqueológico Nacional donde puede visitarse en la actualidad. Por su parte el Museo del Louvre no quedó nada conforme con el trato e interrumpió sus relaciones institucionales con España hasta 1965.

Elche ha reclamado que le sea devuelta su Dama más famosa. Pero solo regresó a su tierra para una exposición de 15 días en 1965 y otra de 6 meses en el 2006.


50 aniversario del descubrimiento de la Dama de Baza

La Dama de Baza es una escultura exenta íbera de piedra caliza de 1,33 metros de altura que data de la primera mitad del siglo IV a.C. Cumplía la función de urna cineraria donde se han encontrado los restos de la persona que, probablemente, representa: una mujer de la aristocracia de Basti (Baza) con atributos de divinidad.

El descubrimiento de la Dama de Baza fue fruto de la excavación arqueológica de la necrópolis en Baza (Granada) dirigida por el profesor Francisco Presedo Velo.

El 19 de julio de 1971 Manolo Martínez excavaba en la que posteriormente sería la tumba 155 cuando su pico desprendió una piedra policromada. Rápidamente se la enseñó a Baldomero Álvarez que acudió a retirar la tierra con sumo cuidado hasta que, ante su sorpresa, apareció el rostro de una dama perfectamente maquillada y tan bien conseguida que parecía que estaba viva.

@Ideal dama de baza Ramon L Perez
Reconstrucción ideal de la Dama de Baza. Autoría Ramón L. Pérez. 

Estaba magníficamente policromada, conservada entre las capas de tierra y contextualizada con un rico ajuar de cerámica orientalizante y piezas de metal entre las que se encontraban cuatro panoplias de guerrero que aportaron gran información sobre el ritual funerario.

Los arqueólogos tardaron dos días en limpiar la escultura y poder sacarla por lo que los libros datan el hallazgo el día 21 o 22 de julio. Intentaron proteger la pieza pero el brusco cambio de temperatura y humedad entre el interior de la tierra donde llevaba 2.500 años y la exposición al aire veraniego hicieron que comenzara a perder sus colores. Presedo utilizo los conocimientos que había adquirido en las excavaciones en Egipto para lograr fijar parte de esta policromía que es la que podemos observar hoy en día.

En toda la comarca se corrió la voz de que se había encontrado algo muy importante en el Cerro del Santuario. No se permitió el acceso, pero un clamor pedía que la Dama de Baza se quedara en su tierra. Sin embargo, pronto se la trasladó al Museo Arqueológico Provincial para su restauración y conservación y luego se llevó a Madrid y se instaló en el Museo Arqueológico Nacional.

Baza ha pedido varias veces que se le devuelva su Dama. Conscientes de la delicadeza de la pieza, han construido un Museo Arqueológico y han acondicionado una sala con los niveles de temperatura y humedad óptimos para la conservación de la Dama de Baza. Pero no han conseguido una respuesta afirmativa. Allí tienen una réplica de su Dama, al igual que podemos encontrar otra en el centro de interpretación junto al yacimiento que la reproduce con todos los objetos del ajuar funerario con el que se encontró.

Baza sigue esperando que la Dama vuelva a su tierra, aunque sea en préstamo temporal, pero el traslado es tan complejo, peligroso y caro que se desaconseja.

La Dama de Baza como está expuesta en el Museo Arqueológico Nacional (Madrid).
Imagen. archivo personal.

Normas para nombrar enfermedades.

$
0
0

El hombre se dedica a ponerle nombre a todo lo que le rodea. Pero nunca es tan urgente e importante como cuando lo nombrado supone una amenaza para nosotros. Tener como llamarlo nos da cierta impresión de control y ayuda a ponerse de acuerdo para aunar información y buscar soluciones. Este último es el caso de las enfermedades. Pero es tan complicado denominarlas que en los últimos años ha habido que adoptar unas normas para ello. La excesiva espontaneidad de otras épocas ha creado más de un problema.

Ha habido muchas enfermedades diferentes, por ejemplo, que se han llamado plaga y peste. Estos nombres se utilizaban para una serie de males que, incluso los médicos sabían que no eran los mismos. A posteriori podían distinguirse indicando a qué época pertenecía por su gobernante (peste de Justiniano), su año o lugar (plaga de Atenas).

En la Edad Media la peste negra asoló Europa y en Italia la llamaban influenze. Este término, que continuó utilizándose en las epidemias posteriores, se acuñó por la creencia de que las enfermedades respondían a la influencia de las estrellas sobre el cuerpo humano.

https://www.pxfuel.com/es/free-photo-impyu
La Tierra rodeada de estrellas.
Imagen de www.pxfuel.com/es

En épocas más cercanas fue habitual que la enfermedad llevara el nombre de su descubridor. De esto tenemos muchísimos ejemplos como la parálisis agitante que denominó y estudió el médico James Parkinson, pero que todos conocemos con su apellido.

Cuando el nombre de la enfermedad incluye una zona geográfica, aunque el virus viaje a otra parte del mundo, desacredita ese lugar (Ébola por el río Ébola en África central, aunque afectó a otras partes del continente; o zica por un bosque de Uganda, cuando la zona más afectada es América). A veces, la opción de ponerle un nombre geográfico no es tan inocente como, simplemente, indicar el lugar de origen. Tal es el caso de la gripe española, que está demostrado que no se originó en España. Pero el mundo estaba en guerra y había que culpar a otra nación. Así que esta gripe recibió multitud de nombres, según quien fuera el enemigo de cada país o raza, hasta que quedó unificada con el nombre de gripe española, aunque se debe llamar gripe de 1918.

Periódicos de la época hablando sobre la gripe de 1918
en los que puede verse alguno de los nombres que le asignaron.
Imagen de la Biblioteca Nacional de España.

Cuando el nombre de la enfermedad incluye a un animal produce rechazo hacia este, a veces, de forma errónea (como la gripe porcina, que la transmiten los humanos, pero que provocó el sacrificio de 10.000 cerdos y una crisis en el sector de importación de estos animales).

Cuando el nombre implica a un grupo poblacional lo estigmatiza  (como la inmunodeficiencia asociada a la homosexualidad primera denominación del síndrome de inmunodeficiencia adquirida o Sida).

También se ha intentado nombrar a las enfermedades con un número (sirva como ejemplo también la gripe de 1918 a la que los franceses empezaron llamando enfermedad once). Este sistema se impuso en China en los años sesenta.

En este estado de cosas no debe extrañarnos que la Organización Mundial de la Salud tomara cartas en el asunto y, después de mucho debate (usar números, nombres de dioses griegos, o alternar nombres masculinos y femeninos como con los huracanes), decidiera publicar en 2015 unas directrices claras que podrían resumirse en que las denominaciones no deben incluir: sitios geográficos, nombres de personas, animales, tipos de comida o hacer referencia a una cultura o industria particular, ni añadir palabras que provoquen miedo como “mortal”. Si el virus sufre variaciones y necesita ser diferenciado puede añadirse algo aleatorio como números o letras.

Hoy en día sufrimos la pandemia de un virus cuyo nombre científico es SARS-CoV-2: SARS por el acrónimo en inglés de síndrome respiratorio agudo grave, CoV por ser de la familia de los coronavirus y 2 porque es nuevo y va con numeración para distinguirlo. Todos lo llamamos Covid-19.

Pero parece que no hemos hecho demasiado caso a la OMS en sus directrices porque al principio a la Covid-19 se la llamaba la gripe de Wuhan y  gripe o virus chino. Y  después a las variantes que han ido surgiendo con el paso de los meses les hemos adjudicado el lugar geográfico en el que se localizaron (lo cual no significa que sea su origen) como variante inglesa, surafricana, californiana, india, brasileña… Justo lo que nos habían dicho que no hiciéramos. Así que la OMS ha decidido renombrarlas y con su difusión por los medios de comunicación ya se ha dejado de mencionar lugares geográficos para adoptar letras del alfabeto griego. Así, por ejemplo, la de Reino Unido se ha convertido en la Alfa, o la de la India en la Delta.


El olvido

$
0
0

Ascendió por las escaleras hasta que la luz del día comenzó a esbozar las siluetas de los edificios. Los tranvías seguían poblando la Puerta del Sol y los transeúntes olvidaban sus prisas para detenerse admirados al ver un automóvil. Aquello le recordó a Francisco. Aún podía ver su cara de asombro cuando casi lo atropellan allí mismo.

—¡Mira, Catalina! Ahí va un Hispano-Suiza Alfonso XIII —sonrió sin percatarse del peligro.

Se abrochó la chaqueta, se recolocó el sombrero y le ofreció el brazo. Pero, apenas avanzó unos pasos, las obras acapararon toda su atención. Se estiró tratando de vislumbrar algo tras la valla que rezaba “Compañía Metropolitano Alfonso XIII”.

—Pareciera que el rey nos persigue —se quejó Catalina.

—No hables así. Se rumorea que está enfermo.

Los dos callaron durante un rato y aquello puso en alerta a Catalina. Francisco era la persona más alegre y más habladora que conocía. Lo miró preocupada mientras apretaba su brazo. Y de repente, Francisco, le sonrió y comenzó con la tonada de siempre.

—Soldado de Nápoles que vas a la guerra, mi voz, recordándote, cantando te espera…

A su padre no le gustaba su pretendiente. Decía que sus ocurrencias eran más propias de un niño que de un joven que ya había cumplido los veintitrés y que a veces parecía un orate. Pero su madre se mostró encantada cuando consiguió cuatro butacas para ver La canción del olvido en el Teatro de la Zarzuela. Desde entonces, cuando iba a visitarla, saludaba con la debida formalidad a su padre, pero le canturreaba esa canción a su madre a la que ya le resultaba simpatiquísimo.

Catalina le tiró de la manga para que callara mientras la gente los miraba de soslayo.

—Encontraré una rondalla que le cante Soldado de Nápoles a doña Matilde —dijo entre risas aunque hablara en serio.

—No, no —le interrumpió Catalina —. Ya no me trae tan buenos recuerdos. No me gusta nada que a la fiebre de los tres días la llamen Soldado de Nápoles.

—Pues a mí me resulta divertido. ¿No le dicen también la enfermedad de moda? ¿Qué hay más de moda que el Soldado de Nápoles?

—Una misma enfermedad no puede tener tantos nombres.

—Quizá no sea la misma. ¡Bah! Los médicos nos confunden y la prensa nos alarma.

—Esto es cosa seria, Francisco. Medio Madrid ha enfermado.

—¿Seria una gripe a la que le atribuyen tantos nombres que ni nombre tiene en realidad? Figúrate que el rumor ha llegado hasta Londres. Diego me envió en su última carta un recorte de The Times en el que la llamaban gripe española. ¡Ya nos colgaron el sambenito los ingleses!

Catalina lo miró horrorizada pero Francisco no perdió su sonrisa.

—Comprende, querida mía, que ha de parecerme gracioso que aquí le cantemos: Soldado de Nápoles que vas a la guerra, mi voz…

Y su voz se ahogó en una tos áspera que interrumpió su tarareo. Cuando pudo volver a hablar, aún dijo que se encontraba perfectamente y volvió a sonreírle.

La fiebre de los tres días no duró tres días. Los remedios del doctor Hernández no surtían efecto, los vecinos los rehuían y doña Ana desesperaba. No les quedaba más que rezar juntas y observar desde lejos a un Francisco consumido en su cama.

El mundo tuvo que admitir que se enfrentaba a algo peor que aquella Gran Guerra que ya había acabado.

Catalina seguía en pie en las escaleras. ¡Maldito Soldado de Nápoles! La Puerta del Sol fue el último lugar que oyó la risa de Francisco. Apretó en su mano el billete del Metropolitano Alfonso XIII y contuvo las lágrimas. Ni siquiera pudo cumplir su anhelo de 15 céntimos y una vida. Una vida que no alcanzó para subir al ferrocarril subterráneo.

Ahora debía volver a pisar aquel lugar antes de enfrentar un destino completamente distinto al que había imaginado tres años antes. Sabía que Diego ya había pedido su mano y su madre la había aleccionado sobre tan buen partido.

Había llegado el momento de encarar un futuro sin su Francisco en un mundo que, tras la pérdida de millones de vidas, hacía un pacto de silencio ante el horror y callaba para olvidar.

—¿Queréis olvidar? El mañana se olvidará de nosotros y de la enfermedad de los mil nombres…

 

La Puerta del Sol fotografiada por la autora del relato.

Relato para el concurso de Zenda #HistoriasdelaHistoria


Una nueva vida para Margarita

$
0
0

El amanecer dibujaba una ciudad industrial llena de altísimas chimeneas. A lo lejos se extendían las vides. Los montes y el mar encerraban la urbe en una hoya en la que se daban encuentro los más variopintos personajes.

—Obedece en todo. No te quiero de vuelta —le dijo su padre con severidad.

Su madre la acompañó a través del patio mientras sus hermanos le decían adiós y las vecinas le deseaban suerte.

Margarita se detuvo antes de pisar la calle agarrando su hatillo con fuerza.

—Lo que ha querido decir tu padre es que te portes bien para que no tengan ninguna queja de ti. Pero si algo sale mal, regresa a casa.

—Sí, madre —asintió dándole un beso y abrazándola con fuerza.

Mientras se dirigía a la plaza donde Manolo vendría a recogerla se encontró con su hermano Pedro.

—No te vayas sin despedirte de mí.

—¿Ya has terminado el copo? —se extrañó.

—No, les he dicho que tenía que volver antes... Por un día no pasa . Mira, me han dao un buen manojo de boquerones.

Margarita sonrió y le dio un abrazo.

—¡Cuidao! No los aplastes.

Camino de la finca, sentada en la parte trasera del carro, observaba los árboles que crecían cerca del río Guadalmedina. A lo lejos se divisó una nube de polvo y un rumor de risas y conversaciones llegó hasta ellos. El burro Jacinto bajó las orejas avergonzado al cruzarse con cuatro caballos de tiro que llevaban un coche repleto de caballeros distinguidos y damas ataviadas con hermosos vestidos. Manolo los miró extrañado. Para ser todos tan elegantes iban demasiado apretados dentro y fuera del carruaje.

Margarita supuso que eran los invitados de doña Amalia que venían de regreso tras pasar unos días de asueto en la finca. Intentó no mirarlos con descaro, como si ya se la estuviera juzgando. Un temor punzante se le posó en el estómago y no la abandonó hasta llegar a la puerta de la finca. Allí, viendo por primera vez La Concepción, supo que era el lugar donde siempre había querido estar. Había plantas que no conocía y tantos árboles que parecía una selva. Al pasar junto al templete dórico casi se desmaya al ver lo que creía que solo estaba en los libros de la señorita Asunción.

La recibió una señora grave y gruesa que la observó de reojo y comenzó a hurgarle el pelo.

—¡Me despiojó ayer la Trini! —exclamó ofendida.

—Aquí no se viene con esos humos ¿eh? —dijo Rosa observando sus alpargatas raídas —Te lavarás y luego empezarás con tus tareas. La primera será dejar el suelo como una patena. Si eres buena trabajadora, no te faltará de nada y se le pagará a tu padre lo acordado. Obedecerás todas mis órdenes y solo hablarás si se te pregunta ¿entendido?

—Sí. ¿Cómo debo llamar a la señora? ¿Doña Amalia, señora Heredia o señora marquesa?

—No vas a conocer a doña Amalia, por supuesto. Estás a prueba.

Margarita la miró desilusionada. El verdadero motivo por el que quería trabajar allí era para conocer a Amalia Heredia, la persona que más admiraba en el mundo.

Al rato ya estaba de rodillas fregando el suelo con las manos enrojecidas. La alegre comitiva que se había encontrado por el camino había dejado sus huellas.

—…Y traerán todas las plantas en el barco. Desearía tenerlas ya aquí.

Margarita palideció al ver entrar a la mismísima Amalia. Le pareció una señora elegante, de mirada inteligente y buena.

—¿Vienen los árboles navegando? —se le escapó.

Doña Amalia y el señor que la acompañaban se detuvieron sorprendidos.

Margarita se levantó, pero no le dio tiempo a hacer la reverencia que tenía ensayada. Una de las criadas la agarró del pelo y se la llevó a rastras.

—¡Coge el hatillo y a tu casa! —le gritó Rosa —¡Te lo advertí!

—¿Qué ocurre? —interrumpió doña Amalia —¿Quién es esta muchacha?

—Se llama Margarita.

—Lo siento mucho, yo no quería….

—Pero ya la estaba despidiendo, doña Amalia.

—Espere —intervino la señora mirando con curiosidad a la jovencita —¿Qué es eso de que los árboles vienen navegando?

—Ha dicho usted que venían en barco —murmuró bajando la cabeza —.Sé que le traen árboles de todo el mundo y que los manda plantar aquí. He oído que también quiere que haya en ese parque que dicen que van a construir donde antes había agua…

—Veinte años ganando terreno al mar y no sé si verán mis ojos ese parque. ¡Con lo que ha luchado Cánovas por ello! Como nos descuidemos lo inauguran en el siglo XX.

—No queda mucho para el nuevo siglo —sonrió Margarita atreviéndose a mirar a la señora—. Al venir he visto un maravilloso templete ¿es ahí donde guardan las planchas de bronce escritas en latín que encontraron en los Tejares y que don Jorge y usted rescataron antes de que las fundieran?

—Pero... ¿cómo sabes esas cosas? —preguntó asombrada doña Amalia mientras Rosa las escuchaba con pasmo.

—¿Lo de las planchas? Me lo contó mi abuela. ¡Me dijo que se armó un buen revuelo porque nadie creía que tuvieran tanto valor! — explicó quitándole importancia al asunto —Sé muchas cosas que me ha enseñado doña Asunción en la escuela. Dice que el suyo es el mejor jardín de Europa.

—Y, ¿qué dice de ti?

—¡Qué es una pena que sea pobre y tenga que dejar los estudios! Pero no me pesaría si pudiera quedarme junto a una persona tan buena, tan culta y tan admirable como usted.

Doña Amalia sonrió tomando a Margarita por la barbilla.

—Esta muchachita se queda con nosotros —le dijo a Rosa —Asígnele sus tareas, pero asegúrese de que todos los días le queden unas pocas horas para que doña Carmen pueda impartirle algunas materias.

Margarita la miró asombrada. Ella había ido a trabajar y observar, desde lejos y con respeto, a todas aquellas personas que con su entrega y generosidad habían fundado hospitales y escuelas y habían llevado a Málaga a la prosperidad.

Rosa asintió boquiabierta y Margarita se sintió la persona más afortunada del mundo.

Templete donde estuvo ubicada la colección Loringiana.
Finca de la Concepción. Málaga.
Fotografía de archivo personal.


Finca de la Concepción. Málaga.
Fotografía de archivo personal.

Relato para el concurso de Zenda#HistoriasdelaHistoria

Aniversarios literarios 2021

$
0
0


El año pasado recordamos el aniversario de grandes escritores y artistas. Entonces descubrimos que a 1920 le había gustado eso de que varios genios de la literatura hubiesen nacido en su año, quizá envidioso de que 1821 ya había logrado esa hazaña con Baudelaire, Flaubert y Dostoievski. Pero también tenemos otros aniversarios que conmemorar, sin olvidar que Italia está celebrando a lo grande el año de Dante. Al aniversario de H.G. Wells le dedicaremos una entrada propia. En nuestra lista no están todos los que son, pero…

Centenario del nacimiento de Carmen Laforet:

Con solo 23 años se convirtió en la ganadora del premio Nadal con su novela Nada. Este galardón le supuso inseguridad a la hora de abordar sus siguientes obras por temor a no estar a la altura. Pero consiguió convertirse en una prestigiosa escritora.

Centenario del nacimiento de Patricia Highsmith:

Fue una de las más populares damas del género policiaco y de la novela de suspense, con prestigiosos premios y varias adaptaciones cinematográficas de sus obras como  Extraños en un tren (dirigida por Hitchcock) o El talento de Mr. Ripley.

Bicentenario del nacimiento de Fiodor Dostoievski.

Representante de la literatura realista, ahondaba en la psicología de los personajes con tanta perfección que llegó a influir en novelistas y filósofos posteriores.

Vivió momentos muy duros cuando estuvo condenado a muerte por pertenecer a un grupo revolucionario y cuando su pena fue conmutada por cuatro años de trabajos forzados en una prisión de Siberia. De aquella terrible experiencia escribiría Recuerdos de la casa de los muertos y Memorias del subsuelo. Entre sus obras más famosas están Humillados y ofendidos y El idiota. Pero será Crimen y castigo la que lo encumbre a la categoría de clásico universal. Aunque él consideraba que su obra maestra eraLos hermanos Karamázov.

Bicentenario del nacimiento de Gustave Flaubert:

Estaba muy interesado en conseguir el mayor realismo en su obra y se preocupaba por su estilo, elaborando largamente sus novelas.

Entre sus éxitos se encuentran La educación sentimental y La tentación de san Antonio. Pero con su Madame Bovaryrevolucionó la novela. Fue considerada una inmoralidad y pasó a formar parte del Índice de Libros Prohibidos por la iglesia, pero hoy en día se encuentra entre las novelas más adaptadas al cine.

https://treshermanaslibros.com/libro/madame-bovary/
Madame Bovary. Gustave Flaubert.
Edición de Tres Hermanas Libros.
Ilustraciones de Fernando Vicente.

Bicentenario del nacimiento de Charles Baudelaire:

Fue el máximo exponente del simbolismo francés y padre de la poesía moderna. Se dice que con su obra cumbre Las flores del mal se terminó el romanticismo y comenzó el modernismo. Paul Verlaine lo incluyó entre Los poetas malditos.

IV centenario del nacimiento de Jean de La Fontaine:

Sus cuentos y fábulas son famosas en el mundo entero. Se inspiraba en dramaturgos clásicos como Terencio, Boccaccio o La Salle. Entre sus fábulas más recordadas están El lobo y el cordero y La cigarra y la hormiga. Su obra más famosa es Fábulas. A pesar de ser miembro de la Academia Francesa, sus Cuentos y relatos en verso estuvieron incluidos en el Índice de Libros Prohibidos de la Iglesia hasta el siglo XX.

VII centenario del fallecimiento de Dante Alighieri:

Escultura a Dante
en Florencia.
En el 2021 se celebra el año de Dante al que los italianos consideran el poeta supremo. El año pasado el Gobierno decretó que el 25 de marzo fuera el día nacional de Dante y animó a leer su obra con #IoLeggoDante. Este año Italia está conmemorando su aniversario con diversos actos, exposiciones y representaciones presenciales y virtuales. Las celebraciones se centran, especialmente, en Florencia (su lugar de nacimiento), Verona (donde estuvo exiliado) y Ravena (donde murió).

En una época en que todo se escribía en latín, Dante defendió las lenguas vernáculas en su Vulgari Eloquencia y escribió en toscano su obra cumbre la Divina comedia, por lo que muchos lo consideran el padre de la lengua italiana.Su Divina comedia es revolucionaria porque en ella el propio autor se convierte en personaje en unos versos que narran un viaje épico en tono lírico y que están dedicados a su amada Beatriz.

https://sobrelibrosycultura.com/dante-alighieri/
Logos del aniversario de Dante.
Publicados sobrelibrosycultura.com/dante-alighieri/

Aniversario de H.G. Wells.

$
0
0

Este año se conmemora el 75 aniversario del fallecimiento de H.G. Wells.

Casa de Wells en Londres.
Foto: archivo personal.
Era doctor en Biología, aunque a veces se presentaba como periodista. Escribió novelas de diversa temática, relatos y ensayos de Historia Universal. En su época era conocido como un crítico social con cierto carácter profético. Actualmente está considerado como uno de los padres de la ciencia ficción. En estas novelas presentaba su interés por la tecnología y la ciencia, pero utilizaba un tono pesimista porque no confiaba en que el hombre pudiera enfrentar con la responsabilidad necesaria ese futuro que se vislumbraba en los avances de la ciencia.

Como decíamos,  la crítica social está en casi todas sus obras, incluidas en las de ciencia ficción que son hoy las más famosas. La máquina del tiempo ofrece una sátira de la sociedad capitalista, presenta la lucha de clases y nos enfrenta a nuestra responsabilidad sobre el futuro. El hombre invisible nos hace reflexionar sobre el aislamiento personal en un mundo egoísta. La isla del doctor Moreaunos muestra el lado oscuro de la ciencia.  La guerra de los mundos es una crítica al colonialismo y a la sociedad victoriana. De esta popular novela se han hecho varias adaptaciones cinematográficas, continuaciones literarias con otros personajes (como La conquista de Marte de Edison de Garret P. Serviss o Sherlock Holmes’War of the Worlds de Manly Wade wellman y Wade Wellman), variantes inspiradas en la obra, series de televisión y comics.

Primera edición (1898)
Dominio Público.

Quizá lo más llamativo fue la alarma social que se produjo cuando Orson Welles hizo una adaptación radiofónica de La guerra de los mundos en 1938 y los norteamericanos creyeron que estaban siendo invadidos por extraterrestres. En la retransmisión se repitió en varias ocasiones que se trataba de una ficción, pero se calculó que más de un millón de oyentes creyeron que era un boletín informativo, llamaron a la policía asustados, a los hospitales para ofrecerse a donar sangre, a la radio, sufrieron ataques de pánico, huyeron e incluso llegaron a disparar al depósito de agua de su localidad imaginando que se trataba de uno de los Trípodes marcianos. Aunque aquello pudo costarle la carrera a Orson Welles, supuso su ascenso meteórico, con alguna que otra denuncia. Investigaciones posteriores apuntan a que, aunque cientos de titulares de prensa se hicieron eco al día siguiente de escenas de pánico, no fue tanta la alarma social y aunque hubo gente que se lo creyó, otros llamaron enfadados por un relato que podía asustar a los crédulos o para felicitarlos por el buen programa que estaban haciendo.

Como vemos, sus novelas han sido llevadas a la gran y pequeña pantalla y han tenido mucho éxito. La versión más famosa de La guerra de los mundos fue la dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por Tom Cruise en 2005. De La máquina del tiempo destaca la versión de 1960 (que en España se tituló El tiempo en sus manos) dirigida por George Pal y protagonizada por Rod Taylor en 1960 y la versión de 2002 dirigida por Simon Wells, bisnieto del escritor.

La máquina del tiempo (2002).
Versión cinematográfica dirigida por Simon Wells, bisnieto de H.G. Wells.
Foto: SensaCine.com
El mapa del tiempo.
Félix J. Palma.
Alianza Editorial.

Pero no solo sus novelas han sido llevadas a las pantallas, sino que el propio H.G. Wells  se ha convertido en personaje de ficción en numerosas ocasiones. Quizá las más populares sean cuando un actor encarnó al escritor como viajero en el tiempo en la serie Lois y Clark. Las nuevas aventuras de Superman y cuando Félix J. Palma lo convirtió en uno de los protagonistas de las novelas que forman  la Trilogía victoriana de Félix J. Palma: El mapa del tiempo que rinde homenaje a La máquina del tiempo, El mapa del cielo que lo hace a La guerra de los mundos y El mapa del caos que hace lo propio con El hombre invisible.

En enero de 2021 se conoció la noticia de que la Real Casa de la Moneda británica había preparado una moneda de dos libras dedicada a H.G. Wells en el 75 aniversario de su fallecimiento. Pero lo que destacó de tal acontecimiento fue el gran error en el diseño de los famosos Trípodes que los marcianos utilizaban para invadir la Tierra en La guerra de los mundos que fueron representados con cuatro patas en las monedas.

Monedas conmemorativas.
Foto:The Royal Mint/PA en la-lista.com

Aniversarios artísticos 2021

$
0
0


Este año tenemos importantes efemérides artísticas. Hilando con las literarias de las que hablábamos hace unas semanas, nos encontramos con:

Centenario del nacimiento de Fernando Fernán Gómez:

Fue actor, escritor, director y académico de la RAE donde ocupó la letra B mayúscula. Precisamente se ha elegido el día 6 de octubre para conmemorar el Día del Cine Español por ser la fecha final del rodaje de Esa pareja feliz dirigida por Bardem y Berlanga, uno de los clásicos de nuestro cine y una de las 200 películas en las que trabajó Fernán Gómez. En su faceta de escritor sus obras más famosas son Las bicicletas son para el verano y El viaje a ninguna parte.

Este año se le rinde homenaje con diversos actos, muchos de ellos en el teatro de Madrid que lleva su nombre y en la Filmoteca Española que está proyectando las cien mejores películas de este actor.

De Real Academia Española - Real Academia Española, CC BY-SA 4.0
Real Academia Española.
Foto: De Real Academia Española - Real Academia Española, CC BY-SA 4.0
De la wikipedia.

Centenario del nacimiento de Luis García Berlanga:

Está considerado uno de los genios del cine español. Una muestra de ello es que la RAE incluyó el adjetivo berlanguiano en nuestros diccionarios.

Contó la historia de la España del siglo XX a través de sus películas y retrató el alma de los españoles. En su cine muestra la sociedad y las costumbres de la época en tono agridulce y, muchas veces, conmovedor, pero siempre deslizando crítica e ironía. Él mismo decía que quería que sus películas fueran un trozo de vida, más que una ficción.

Suyas son películas tan emblemáticas como Bienvenido, Mister Marshall; Plácido; El verdugo; Los jueves, milagro; La vaquilla o la trilogía de La escopeta nacional. Trataba de burlar a la censura de la época, pero no siempre lo conseguía, por lo que algunos de sus guiones nunca llegaron a rodarse.

Bienvenido, Mister Marshall.
Foto: FilmAffinity
Sus personajes enfrentan sus tragedias cotidianas tratando de sobrevivir a ellas y están siempre encarnados por magníficos intérpretes a los que reconocía gran parte del éxito de su obra y de los que decía: “A los actores hay que quererlos y dejarlos en paz; darán lo mejor de sí mismos”.

En lo personal era tan supersticioso que siempre llevaba en el bolsillo un puñado de palillos para poder tocar madera en cualquier situación y deslizaba la palabra austrohúngaro en sus películas como un talismán, como otra forma de “madera”.

El homenaje que se le rindió en la Gala de los Goya este marzo es uno de los muchos que se están produciendo a lo largo del año.


150 aniversario del nacimiento de Mariano Fortuny y Madrazo:

Mariano nació en la Alhambra y perteneció a una de las familias de artistas españoles más importantes del siglo XIX. Como hijo, sobrino y nieto de pintores (su abuelo Federico de Madrazo fue pintor de cámara y director del Museo del Prado), se formó en ese arte y se codeó con creadores internacionales. Vivió poco tiempo en España, pero siempre se sintió granadino. Además de pintor, destacó como diseñador, escenógrafo, fotógrafo e inventor. Le atraía la antigua Grecia, la Italia renacentista y todo lo orientalizante. Fue comisario vitalicio de la Bienal de Venecia y académico de la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid.

Museo_del_Traje _-_ MT111882 _-_ Vestido_Fortuny_1920s-40s
Delphos. Vestido Fortuny.
Foto: Museo del Traje.
Diseñó vestuarios, decorados e iluminación para diversas obras en la Scala de Milán. Uno de sus trajes, el Delphos, fue una pieza clave de la moda mundial, logrando que se olvidara el corsé. Llegó un momento en que toda aristócrata o artista de Hollywood que se preciara debía tener un Fortuny en su vestidor.

Desde el principio se dio cuenta del gran potencial de la luz eléctrica y la utilizó en sus escenografías. Incluso en 1901 patentó un sistema de iluminación que fue plagiado rápidamente. Pero suya es la cúpula escénica que alumbra la Scala de Milán desde 1920. Después lo reclamaron en distintas salas para iluminar exposiciones de pinturas. También se dedicó al diseño y fabricación de lámparas de seda y cristal de Murano.

En 1919 fundó la Societá Anonima Fortuny y fabricó telas estampadas en la isla veneciana de la Giudecca. Se utilizaron para trajes, pero también para decorar paredes en palacios e iglesias.

De Didier Descouens - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=40648544
Museo Fortuny. Venecia.
Foto: De Didier Descouens
El artista falleció en 1949 y el Gran Canal de Venecia se despidió de él tiñéndose con los pigmentos de sus telas. Alguien los había arrojado, erróneamente, al agua. La fábrica de Giudecca sigue en funcionamiento hoy en día.

El deseo de Fortuny era que su obra fuera donada a su país natal pero el gobierno español no aceptó el legado que acabó quedándose en el palacio veneciano en el que vivió gran parte de su vida y que en la actualidad es el Museo Fortuny. Una década después su viuda donó a Madrid algunas de las pinturas y los vestidos que hoy pueden contemplarse en los Museo del Prado y Museo del Traje.

Este año diferentes homenajes en Granada, Roma y Venecia intentan reivindicar la figura, cada vez más olvidada, de uno de los artistas más importantes del siglo XX.

Gran Canal de Venecia.
Foto: archivo propio.

Viewing all 211 articles
Browse latest View live